SOCIEDAD › DOCE DETENIDOS POR EL SECUESTRO Y LA MUERTE DE “ROLO” GONZALEZ

En la pista del entregador

Los investigadores creen que al adolescente de Saavedra lo mataron porque reconoció a su entregador, un hombre que lo habría detectado en el club al que ambos concurrían. Rodolfo González tenía 18 años y acababa de terminar el secundario.

El caso de Rolo, el estudiante capturado en Saavedra el 30 de noviembre y cuyo cuerpo fue hallado incinerado al día siguiente en Bernal, tuvo ayer doce detenidos y una hipótesis que cobró fuerza: que a Rodolfo González, que tenía 18 años y acababa de recibirse, lo mataron por haber reconocido a quien supuestamente ofició de “entregador”.

Justamente, entre los detenidos se encuentra el presunto entregador de la víctima, un joven que habitualmente concurría al club al que Rolo se dirigía a jugar un partido de fútbol con sus amigos al momento de ser secuestrado. La principal sospecha apunta a que los asesinos del estudiante, que fue golpeado, baleado en la nuca e incinerado, lo mataron porque reconoció al entregador, a quien apenas conocía por haberlo visto sentado a una mesa del buffet del club.

“González pertenecía a una familia de clase media, pero posiblemente el hombre que lo marcó pudo haber creído que tenía dinero, ya que sus padres tienen una pequeña empresa familiar vinculada a la gastronomía”, dijo un investigador, quien negó que el entregador fuera uno de sus amigos.

Según las fuentes, los apresados forman parte de una banda que ya había realizado varios secuestros express en la zona norte de Capital Federal, aunque se presume que sólo “cuatro o cinco” de ellos participaron activamente de la captura y homicidio del estudiante secundario. “Creemos tener a los autores materiales, a los partícipes necesarios y a los encubridores”, dijo la fuente.

Las doce detenciones fueron concretadas durante otros tantos allanamientos realizados por la División Antisecuestros de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal. Dos de los procedimientos fueron efectuados desde la madrugada de ayer en viviendas del barrio porteño de Villa Soldati y los restantes en el oeste del conurbano bonaerense, donde se secuestraron armas de fuego y teléfonos celulares.

Uno de los primeros allanamientos se llevó a cabo en un departamento ubicado en el edificio 80, sector 29 de la calle Mariano Acosta al 3600, de Villa Soldati, donde fue apresado un joven de apellido Sanguinetti, de 28 años. Según las fuentes, las armas de fuego secuestradas serán peritadas para intentar establecer si de alguna de ellas partió el disparo que provocó la muerte del muchacho.

Además, se secuestraron alrededor de 15 celulares, entre ellos varios equipos Nextel que estaban a nombre de chicas que realizan trabajos como promotoras, y se cree que fueron utilizados por la banda para comunicarse durante el cautiverio del joven.

Rolo fue secuestrado el 30 de noviembre a las 19.30 cuando salió de su casa de Holmberg al 4200, del barrio porteño de Saavedra rumbo al club Kimberley, ubicado en Le Bretón 4434 de Villa Urquiza. El adolescente estudiaba en la Escuela Comercial 15, donde estaba a días de recibir su diploma, era abanderado y, además, trabajaba en la pequeña empresa familiar, dedicada a la elaboración de viandas de comida dietética.

Los investigadores policiales sospechan que los delincuentes que lo interceptaron se le subieron a su auto Volkswagen Gol y, pocos minutos después, llamaron a sus padres, a quienes les exigieron 50 mil dólares de rescate para liberarlo sano y salvo. Cerca de las 21.30, los secuestradores realizaron un nuevo llamado y los padres de González les ofrecieron 6000 pesos por el rescate, ya que era el dinero que habían logrado juntar, pero los delincuentes rechazaron la oferta y nunca más volvieron a llamar.

Tras la denuncia, comenzó a trabajar la División Antisecuestros de la Policía Federal, pero el cadáver del joven fue encontrado a las 8 de la mañana del día siguiente en un predio descampado de Bernal, a metros de la autopista Buenos Aires-La Plata.

Según los peritajes, el joven fue brutalmente golpeado antes de ser ejecutado por los captores, quienes le dispararon un tiro en la nuca y, luego, prendieron fuego el cuerpo para borrar rastros. El auto de la víctima apareció ese mismo día incinerado en la localidad bonaerense de Valentín Alsina, partido de Lanús.

Los detenidos quedaron a disposición del juez federal Octavio Aráoz de Lamadrid y el fiscal Oscar Amirante, quienes los indagarán en las próximas horas por el delito de “secuestro extorsivo seguido de muerte”.

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El padre, el hermano y la madre de Rodolfo González, cuyo cuerpo apareció incinerado en Bernal.
Imagen: Telam
 
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