Un rebrote del incendio forestal, en la ciudad rionegrina de El Bolsón, amaga con avanzar sobre las casas. Cerca de 130 brigadistas debieron trasladar su combate a las llamas al paraje Cuesta del Ternero, luego de que ayer a la mañana las condiciones climáticas reavivaron las llamas, poniendo en peligro las viviendas de cien personas. El coordinador nacional del Plan Nacional de Manejo del Fuego (PNMF), Enrique Ottonello, recalcó que “la mayor preocupación es que el fuego no llegue a la gente”, aunque admitió que “el riesgo siempre existe”. Hasta el momento, las llamas, potenciadas no sólo por las condiciones climáticas sino también por la interminable cantidad de vegetación de la zona, sólo alcanzaron una casa de condiciones precarias, cuyos habitantes no resultaron heridos. El miedo y el estado de alarma reina entre los vecinos: “Vivimos muy cerca de grandes forestaciones. Si el fuego llega a tomarlas, vamos a estar en grandes problemas”, sostuvo una de las pobladoras. Hasta el momento, se cuentan 20 evacuados y cerca de dos mil hectáreas calcinadas.

El fuego comenzó en un basural ubicado entre Cuesta del Ternero y Los Repollos, parajes que se asientan a 30 kilómetros al este de El Bolsón. Empujado por vientos que llegaron a los 80 kilómetros por hora avanzó hacia el límite de Río Negro y Chubut, en la zona de El Maitén. En Cuesta del Ternero y junto con su familia vive Patricia Ruiz, que descargó su bronca en declaraciones a medios locales. “Estamos con mucho miedo y tristeza por ver cómo se queman grandes cantidades de pinos. Pero más que nada sentimos bronca, porque era previsible que esto pasara. El incendio se inició en el basurero que desde hace mucho tiempo venimos pidiendo que erradiquen, justamente por el inminente peligro de fuego”, denunció.

Desde el miércoles pasado, cuando las llamas comenzaron a devorar los primeros metros de vegetación, a los bomberos voluntarios de El Bolsón se sumaron las manos de brigadistas del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales de Río Negro (SPLIF) y del Plan Nacional de Manejo del Fuego. Tras el recrudecimiento del foco más cercano a los parajes y a la ruta nacional 40, sumaron esfuerzos bomberos de las ciudades chubutenses de Carrenleufú, Corcovado, Lago Rosario y Golondrinas, con los que los socorristas suman más de cien. Además, se están utilizando dos aviones hidrantes y un helicóptero aportado por el Ejército Argentino.

En diálogo con Página/12, Ottonello explicó que “las dotaciones están repartidas en la cola del incendio –Cordón Serrucho Sur– y los dos flancos –Cuesta del Ternero y Los Repollos–”, aunque las tareas que se están llevando a cabo allí son distintas. Los focos encendidos en el Cordón, los más peligrosos hasta ayer, “fueron circunscriptos en un 95 por ciento”, aseguró Hernán Figueroa, subjefe de Bomberos Voluntarios de El Bolsón. No obstante, las llamas son altas y el viento, si bien amainó su potencia, aún logra manejarlas, con lo cual “se dificulta el ingreso a pie de los brigadistas. Por eso en esa zona trabajan con el helicoptero y los aviones hidrantes –explicó Fabián, un vecino de esa ciudad rionegrina–. Sí, ese foco fue circunscripto, pero están lejos de mantenerlo bajo control”.