Un comerciante del rubro de la construcción fue asesinado de un balazo en el pecho frente a su casa, en la localidad bonaerense de Haedo, por delincuentes que pretendían robarle. La sospecha de la familia es que el hombre se resistió al asalto para evitar que ingresaran a su casa, donde se hallaban sus tres hijos y su esposa. Por el crimen hay una persona detenida.

El hecho ocurrió cerca de las 22.30 del lunes, cuando Claudio Moriscotti, de 55 años, regresó de un club del barrio a su casa, ubicada en la calle Ayacucho y Maipú, en la localidad del partido de Morón. Estacionó su Renault Mégane gris junto al cordón e ingresó a saludar a su familia. Cuando salió de nuevo a la calle para entrar el auto al garaje, fue sorprendido por al menos dos delincuentes armados que lo amenazaron con intenciones de robo.

“No le robaron nada. Creemos que quiso resistirse al robo y que por eso le dispararon. Adentro estábamos todos y seguramente quiso evitar que ingresaran a casa”, explicó la hija de la víctima, Andrea Moriscotti. “Hacía 15 minutos que había llegado a casa. Salió a acomodar el auto, escuchamos un ruido y salimos con mi hermano. Estaba tirado en el piso, no pudimos hacer nada.”

El titular de la Jefatura Departamental de Morón, Alejandro Moreno, indicó que Moriscotti “recibió un disparo en el pecho” y que “murió en el momento de su traslado al Hospital Posadas, en Haedo”. Los vecinos y familiares del hombre asesinado denunciaron que la ambulancia demoró más de veinte minutos en llegar a asistirlo y que por eso decidieron cargarlo en un auto y trasladarlo por su cuenta.

Tras el disparo, los delincuentes huyeron a pie sin robar nada y dejaron abandonado otro auto en el que se movilizaron antes del hecho. El comisario Moreno aseguró que por el crimen hay una persona detenida, sospechada de haber sido uno de los partícipes del intento de robo. “La detención se produjo en horas de la madrugada tras la verificación de una cámara de seguridad del municipio, que da detalles del ataque”, indicó.

Lucas Ghi, intendente de Morón, manifestó que “comparto la indignación y la angustia. Nada va a recomponer el dolor de esta familia. Cada uno de nosotros tenemos que hacernos cargo de lo que nos toca”, al tiempo que reconoció que el crimen “no puede quedar impune” y que la inseguridad “es la principal demanda de la comunidad”.