SOCIEDAD › UNA COMUNICACIóN TELEFóNICA SOBRE LA COMUNIóN DE LOS DIVORCIADOS VUELTOS A CASAR

El Papa, con un llamado de la hostia

Un santafesino contó que Bergoglio respondió una carta de su pareja, una mujer divorciada, con un llamado para decir que si toma la comunión “no está haciendo nada malo”.

 Por Washington Uranga

El estilo personal del papa Francisco genera todos los días nuevas sorpresas para propios y extraños. Y hasta las llamadas telefónicas –muchas, algunas ciertas y otras incomprobables– son también un vehículo para introducir en la agenda del debate temas relacionados con la doctrina y la disciplina católica, cuestiones que hasta hace no mucho estaban reservadas a los ámbitos privativos de la autoridad eclesiástica.

Ayer fue un santafesino, Julio Sabetta, quien sorprendió dando a conocer a través de su cuenta de Facebook el contenido de una conversación que, según afirma, sostuvo su pareja con el propio Bergoglio y de la que se deriva que los divorciados que participan de la comunicación sacramental “no hacen nada malo”. “Hoy me pasó una de las cosas más lindas después del nacimiento de mis hijas”, escribió Sabetta. Y agregó: “Tuve la llamada en mi casa de nada más y nada menos que del papa Francisco”. Según el hombre, que curiosamente reside en la localidad santafesina de San Lorenzo, todo tuvo su origen cuando su actual pareja decidió escribirle al Papa para plantearle un dilema: no puede comulgar porque, al estar divorciada y vuelta casar, esa situación la hace sentir en falta con la Iglesia. La carta de la mujer exponiendo el tema y pidiendo una solución fue hasta el Vaticano y la respuesta llegó ayer –según afirma Sabetta– a través de una llamada telefónica directa del propio Papa.

Ni el Vaticano ni la Iglesia local confirmaron o desmintieron la noticia, pero en declaraciones periodísticas Sabetta afirmó que él mismo atendió el teléfono, que el Papa se presentó como “el padre Bergoglio” y le pidió hablar con su mujer, con quien mantuvo luego una conversación de unos diez minutos. “Le dijo que es un tema que se está tocando en el Vaticano, porque el divorciado que comulga no está haciendo nada malo”, aseguró.

Al margen de lo pintoresco que puede resultar el relato y de la falta de confirmación oficial del diálogo, la versión adquiere credibilidad a la luz, por una parte, del estilo personal que Jorge Bergoglio le está imponiendo al papado, la actitud de “acogida pastoral” que Francisco impulsa hacia quienes formalmente no se ajustan a las normas eclesiásticas, la apertura de la agenda eclesiástica para introducir debates que hasta el momento parecían clausurados y la proximidad del Sínodo de los Obispos, un gran encuentro mundial de obispos que se celebrará en octubre de este año y cuyo tema central será precisamente la familia. En el proceso de preparación del Sínodo, el Vaticano envió una encuesta a las iglesias de todo el mundo y en la consulta, entre otros temas, se incluyó de manera expresa una pregunta sobre la actitud que debe asumir la institución respecto de los católicos divorciados y vueltos a casar. El resultado de dicho sondeo mundial aún no se conoce, pero será insumo para el debate episcopal y las posteriores recomendaciones que serán elevadas al Papa para su consideración.

La mayoría de los expertos vaticanos sostiene que Francisco no producirá cambios sustanciales en las cuestiones de fondo, en los aspectos doctrinales del catolicismo. Sin embargo, tanto los mismos analistas como los teólogos y pastoralistas aseguran que muchos de los asuntos que hoy se debaten pasan más por cuestiones disciplinarias y pastorales, que pueden modificarse, que por aspectos estrictamente doctrinales. En cuanto al divorcio, si bien no habría modificaciones en cuanto a la sostenida indisolubilidad del vínculo contraído eclesiásticamente, varias son las voces que apuntan hacia la flexibilización del trámite de la nulidad matrimonial, un recurso ya existente pero reservado para pocos dado lo engorroso del trámite y lo costoso de éste.

Según sostiene Sabetta, el Papa le dijo a su mujer que “el divorciado que comulga no está haciendo nada malo”. A la luz de la actitud de Francisco en pos de recuperar fieles para la Iglesia Católica, y a pesar de la falta de confirmación oficial del diálogo, se puede afirmar sin mayor riesgo de error que si non e vero e ben trovato.

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