SOCIEDAD › EL 87 POR CIENTO DE LAS EMPRESAS ESTáN DIRIGIDAS POR HOMBRES

Quedan paredes y techos de cristal

Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo destacó que, pese a que en los últimos 20 años hay cada vez más mujeres en altos cargos empresarios, los cambios son muy paulatinos. El lugar de la Argentina.

En promedio, en el mundo, el 87 por ciento de las juntas directivas de empresas están presididas por hombres, y sólo el 13 por ciento por mujeres, detalló el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “La mujer en la gestión empresarial. Cobrando impulso”. Sin embargo, y de maneras que difieren de acuerdo con las regiones y el peso que tengan los sesgos de género más tradicionales, paulatinamente el paisaje se va modificando. De hecho, la OIT especifica que “en los últimos 20 años ha aumentado el número de mujeres en los cargos directivos, sobre todo los de personal directivo medio y superior”. A la hora de evaluar el porcentaje de mujeres sobre el total de cargos directivos, en un ranking de 108 países, la Argentina se encuentra en el puesto 56 (el 31 por ciento de los altos cargos están ocupados por mujeres), inmediatamente detrás de Alemania (con el 31,1 por ciento) y antes de Austria (30 por ciento). Sólo en tres países se roza la paridad o hay mujeres en más del 50 por ciento de los altos cargos: Jamaica (59,3 por ciento), Colombia (53,1) y Santa Lucía (52,3). Curiosamente, países en los que el movimiento de mujeres y las políticas de discriminación positiva tienen larga historia, como Estados Unidos y Francia, quedaron lejos de los primeros, con 42,7 por ciento el primero y 39,4 el segundo.

El informe de la OIT se deriva de una encuesta realizada en 2013 por la Oficina de Actividades para los Empleadores, del mismo organismo, “entre unas 1300 empresas medianas y grandes del sector privado, en 39 países en desarrollo”. Esa encuesta “comprobó que en el 30 por ciento de las empresas entrevistadas no había ninguna mujer en sus juntas directivas, mientras que en el 65 por ciento tenían menos de un 30 por ciento. El 30 por ciento suele considerarse la masa crítica necesaria para que las opiniones de las mujeres sean tenidas en cuenta. El 13 por ciento tenían juntas integradas por un número similar de hombres y mujeres, es decir, del 40 al 60 por ciento”. En los últimos 20 años, los cambios en el sector en cuanto a composición de género existieron, pero fueron paulatinos, quizá demasiado, sugiere la OIT. Los expertos que analizaron la encuesta “califican el proceso de ‘glacial’ y consideran que, a menos que se adopten medidas, lograr una paridad en la cúspide podría llevar de 100 a 200 años”.

En general, en las distintas regiones, las mujeres suelen estar más fuertemente educadas que los varones, y “hay más mujeres que hombres con licenciaturas y maestrías”, algo que apoyan estudios de la Unesco. Por otra parte, “los títulos de doctorado están repartidos por igual entre hombres y mujeres”. Entre 2000 y 2012 aumentó el porcentaje de mujeres diplomadas en ingeniería, industria y construcción, especialmente en Chipre, Panamá, Uruguay, Islandia y Albania.

Sin embargo, la mayor escolarización en estudios superiores no garantiza por sí misma una mayor llegada a cargos altos. Para los expertos, uno de los grandes obstáculos “que hay que tratar de resolver para que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres de ocupar los cargos más altos son los estereotipos de género arraigados e institucionalizados tradicionalmente” en las empresas y las sociedades.

Lo demuestra, por ejemplo, que aunque cada vez más mujeres se gradúan en ingeniería, industria y construcción, “la mayoría de los gerentes de tecnología de la información y la comunicación eran hombres, mientras que había más mujeres encargadas de la gestión del control de calidad y la contratación. La situación se replica en otros universos como el de la política, donde –según señaló la OIT– “las mujeres representaban casi el 22 por ciento (21,9 por ciento) de todas las parlamentarias del mundo en abril de 2014, y en marzo de 2014 sólo había 18 mujeres jefas de Estado”.

La OIT observó que “hay más mujeres en las empresas locales que pueden llegar a altos cargos en comparación con las grandes empresas que cotizan en Bolsa o las empresas internacionales”.

Consultadas acerca de por qué consideran que se da esta diferencia de género en los cargos de mayor poder, el informe señaló que las empresas de “todas las regiones, con excepción de Europa Central y Oriental, coinciden en los cinco o seis principales obstáculos relativos a las funciones sociales y reproductivas de ambos sexos, así como el reflejo de esas funciones en las estructuras del lugar de trabajo”. La primera causa, de acuerdo con los expertos, es que “las mujeres tienen más responsabilidades familiares que los hombres”, a la que siguen “los papeles que la sociedad atribuye a los hombres y a las mujeres”.

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De acuerdo con el estudio, recién en 100 o 200 años podría revertirse el panorama.
Imagen: Corbis
 
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