SOCIEDAD › MURIó OTRO DE LOS CHICOS ATROPELLADOS EN LA PRESUNTA PICADA

Crece la tragedia de Haedo

José Manuel Lastra, de 16 años, falleció a casi un mes de haber sido atropellado por Diego Cuevas, de 19, en Haedo. Es la segunda víctima mortal. La primera fue su primo, Lautaro Juárez. Denuncian que fue adulterada la muestra de sangre del conductor.

Uno de los jóvenes que se encontraban internados en grave estado desde el 5 de abril, luego de ser atropellados cuando volvían de un boliche con seis amigos y primos en Haedo, murió de un paro cardiorrespiratorio. A casi un mes de ocurrido el hecho, se suma a Lautaro Juárez, su primo, quien perdió la vida en el acto. Ayer, Luis Rapazzo, abogado de la familia Juárez, denunció que la muestra de sangre extraída al conductor del vehículo fue adulterada con agua. “Ahora va a ser imposible saber si estaba alcoholizado cuando manejaba”, aseguró a Página/12. Los familiares de las víctimas anunciaron ayer que el jueves volverán a marchar a los tribunales de Morón para reclamar justicia y exigir la detención del automovilista imputado en el caso.

La segunda víctima mortal del hecho es José Manuel Lastra, de 16 años y primo de Lautaro. El joven permanecía internado desde hacía 23 días en el Hospital Luis Güemes, de Haedo. Cerca de las 20 del lunes, falleció a causa de un paro cardiorrespiratorio, informó ayer María Angélica Guaraz, tía de José Manuel y madre de Lautaro. “Tenía esperanzas de que se recuperara. El 5 de mayo va a hacer un mes de esta pesadilla y el 29, Manuel iba a cumplir años”, dijo.

Los restos de Manu, tal como se lo conocía en el barrio de Hurlingham, donde vivía, fueron velados ayer en la Sociedad de Fomento El Ñandú, ubicada en la calle Juramento 1559, entre La Galera y La Trilla, en el barrio 2 de Abril, a solo doscientos metros de su domicilio.

Familiares, amigos y conocidos participaron del velatorio con profundo dolor y anunciaron que la inhumación de los restos se llevará a cabo hoy en el cementerio de Hurlingham. Además, anunciaron que el jueves volverán a marchar a los tribunales de Morón, para reclamar justicia y la detención de Diego Nicolás Cuevas, el joven de 19 años que conducía el Nissan Tiida que atropelló a los jóvenes.

“Desde que murió mi hijo, siempre vamos a tribunales y pedimos justicia por mi hijo. Ahora, más que nunca, vamos a pedir, pero ya no sé cómo porque fuimos con paz y a esta Justicia no la entendemos”, dijo Guaraz. A su vez, volvió a criticar al juez de Garantías 4 de Morón, Alfredo Meade, quien ordenó la excarcelación de Cuevas.

Mientras tanto, Rapazzo, que representa a la familia de Lautaro Juárez, la primera víctima mortal, de 16 años, denunció ayer que la muestra de sangre extraída al conductor del vehículo, único acusado por el hecho, fue adulterada con agua.

“Ayer (por el lunes), a las 19.27, llamó la jefa de la oficina pericial de La Plata, habló con la fiscal de Morón Valeria Courtade y le informó que no podía realizarse el estudio de alcoholemia con la muestra de sangre de Cuevas porque había sido diluida con agua”, señaló a este diario.

Según el letrado, “la muestra llegó sin la debida cadena de custodia a La Matanza y, de ahí, a un laboratorio de La Plata, donde iban a realizarse los estudios”.

El abogado querellante afirmó que, según sabe, son entre tres y cinco personas quienes intervienen y deben seguir un protocolo en cuanto a la extracción de sangre, la preservación y el traslado de la muestra, siempre lacrada, hasta el lugar donde debe analizarse.

“Aparentemente, tampoco es válido el primer informe, en el que se había detectado que había fumado marihuana porque, al estar diluida con agua la sangre, puede dar un falso positivo”, precisó.

Además, destacó que “la fiscal Courtade inició hoy mismo (por ayer) una denuncia para determinar si hubo delito de acción pública”. Para Rapazzo la contaminación de la prueba no fue por negligencia: “Era la única muestra, es imposible ahora hacer el estudio, lo único que se puede determinar es el ADN”. “Lo más grave es que no se informó esto en el momento, sino después de 23 días, es una falta tremenda”, agregó.

Por su parte, el defensor de Cuevas, Marcelo Mazzeo, aseguró que “en la causa no está acreditado que (su cliente) haya tomado alcohol ni que haya consumido marihuana” y aseguró que “no corría picadas”. Contó también que el joven “está destrozado” y que las víctimas “cambiaron la versión de los hechos a medida que fueron transcurriendo los días”, porque en realidad “no vieron nada”. “No corría picadas”, remarcó Mazzeo, tras lo cual explicó que un Volkswagen Bora negro chocó el vehículo de su defendido y eso “desencadenó el accidente”.

El choque ocurrió el domingo 5 de abril, a las 7, sobre la avenida Rivadavia al 15500, a la altura de la calle Maipú, en Haedo, cuando el Nissan Tiida color champagne de Cuevas atropelló a siete jóvenes que regresaban a sus casas caminando luego de asistir a un boliche de la zona.

A raíz del impacto, Juárez cayó muerto en el lugar y los otros adolescentes resultaron heridos y quedaron tirados en el suelo. El conductor del auto fue detenido a pedido del fiscal Alejandro Jons. Unos días después, fue excarcelado por el juez Alfredo Meade, quien consideró que “no tuvo la voluntad de terminar con la vida de nadie” y cambió la carátula de la causa de “homicidio simple” a “homicidio culposo”.

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Familiares y amigos de José Manuel Lastra reunidos frente a su casa, luego de enterarse de su fallecimiento.
Imagen: Daniel Dabove
 
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