SOCIEDAD

Marcha gay

La doceava marcha del orgullo gay fue una fiesta con música, repudios a la represión y al ALCA, reivindicaciones y un homenaje a Jáuregui.

“Ni sexo débil, ni sexo fuerte: sexo.” Esa fue una de las consignas que ayer decoraron la Plaza de Mayo, donde más de 4000 personas participaron de la XII marcha del orgullo gay, organizada por la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), que tuvo todos los ingredientes de una fiesta rave, pero fue una jornada de protesta y reivindicaciones que apuntaron hacia el Gobierno, la Iglesia, la Policía, y “la peor de todas: la ignorancia”. “Hay quienes quieren que esta marcha sea sólo una fiesta, pero estamos acá para reclamar por todos nuestros derechos”, aclararon representantes de la Asociación de Travestis y Transgéneros Argentinas (Atta), una de las agrupaciones que se manifestaron en defensa de los derechos de homosexuales, lesbianas, transexuales, bisexuales y transgéneros. La marcha finalizó por la noche frente al Congreso con un acto en el que hubo discursos, shows artísticos, y fuegos artificiales.
Los protagonistas fueron, además de CHA y Atta, la organización lesbiana Las Fulanas, con su lema “mujeres que aman a mujeres”; los Osos, una de las corrientes más nuevas de la comunidad gay; Sigla, y Vox Asociación Civil. Hubo participantes de Brasil, de Uruguay y europeos, y estuvieron presentes también integrantes del Partido Comunista, de Izquierda Unida, y de H.I.J.O.S.
Apenas unos minutos después del mediodía, la Plaza de Mayo empezó a poblarse de todo tipo de peinados, maquillajes y vestimentas, que iban desde el atuendo dark o el punk, hasta las plumas de colores y el más sobrio estilo clásico. Por la tarde hubo un recital de bandas tan variadas como el auditorio, con algunos sonidos de New Metal, algo de pop y hasta algún reggae pegadizo. Pero esto fue apenas la previa de la marcha que, cuando empezaban a caer el sol y la temperatura, copó la Avenida de Mayo y se dirigió hasta el Congreso en una suerte de fiesta dance de más de tres cuadras, encabezada por carteles con la consigna central de la convocatoria: “Por todos nuestros derechos”.
En el palco montado especialmente en la Plaza del Congreso, uno de los oradores principales fue César Cigliutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), quien junto a Marcelo Sunthein conforman la primera pareja que contrajo enlace gracias a la Ley de Unión Civil. “Saben por qué usamos pollera, porque es como queremos estar”, dijo Cigliutti, quien al igual que varios de los oradores vestía una rosa, combinada con la remera de la agrupación. Como en las ediciones anteriores, el acto estuvo dedicado a Carlos Jáuregui, pionero en nuestro país de la lucha por los derechos de los homosexuales. En su recuerdo se pidió “por el derecho al voto y a tener un DNI, a trabajar libremente sin sufrir abusos de la Policía, al aborto y a cambiar libremente de sexo, al acceso a la salud, y a la educación sin discriminación”.
El repudio fue para “la Iglesia Católica, por su opresión a los gays con prácticas retrógradas; la Policía; los políticos; el ALCA, y el pago de la deuda externa”. Sobre el final, hubo un show artístico-musical, y los fuegos artificiales despidieron a los participantes hasta la edición del 2004.

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La parada empezó al mediodía y hubo desde punks y darks a polleras de subido color rosa.
 
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