Un colectivero fue condenado a 4 años y 3 meses de prisión por haber atropellado y matado a un nene de 5 años que caminaba junto a su madre y su hermana menor por el barrio porteño de Palermo. Facundo Serrato murió en el acto, su hermanita –una beba de 2 meses– estuvo 15 días en terapia intensiva y su madre –tras 17 intervenciones quirúrgicas– permaneció convaleciente por cuatro meses. Durante el juicio, el chofer dijo que fue “una desgracia”, que era “inocente” y que nadie le avisó que cruzaba gente. Además de la condena, al imputado se le dictó una inhabilitación por ocho años para conducir vehículos. “Necesitábamos cerrar esta etapa”, dijo tras finalizar la última audiencia el papá de la víctima, ahora recordada con una estrella amarilla en la esquina donde ocurrió el luctuoso episodio.

En la audiencia de ayer, Carlos Verón, de 35 años, fue convocado a decir sus “últimas palabras” ante los jueces Julio Báez, Ivana Bloch y Armando Chamot, del Tribunal Oral en lo Criminal Nº4. Luego, el chofer se retiró de la sala y no estuvo presente en la sentencia, a la que sólo concurrió su abogado Roberto Ribas. Verón fue hallado responsable de “homicidio culposo agravado por conducción imprudente” en concurso ideal con “lesiones culposas graves”, e inhabilitado para conducir por ocho años. No obstante, continuará en libertad hasta que el fallo quede firme. “Teniendo en cuenta que la pena máxima era cinco años, estoy muy conforme, mi hijo se lo merecía; pero la única solución es que cambien las leyes”, dijo Gustavo Serrato, padre de Facundo, tras culminar la audiencia. Agregó que con el fin de este juicio “se cerró una etapa” y que se siente “más aliviado”.

Facundo Serrato falleció el 20 de julio de 2010 cuando el interno 58 de la línea 15 que circulaba por Scalabrini Ortiz salió de su recorrido habitual, dobló “bruscamente” hacia Honduras y atropelló a una madre y sus dos hijos. El fiscal Marcelo Saint Jean pidió en su alegato que el colectivero fuera condenado a cinco años de prisión, al considerarlo culpable por su conducta “irresponsable” en el manejo de un transporte público.

Por su parte, el abogado de Verón sostuvo que en esa jornada su cliente “dobló despacio”, que no vio a la familia y que lo máximo que se le puede achacar es que haya sido “imprudente”, ya que “cambiar de recorrido no es un delito”. Ribas consideró también que las discusiones en los colectivos son algo habitual y pidió que le aplicaran a Verón una pena en suspenso.

Cecilia García Otero, entonces de 35 años, junto con sus hijos Facundo y Eugenia, de 2 meses, se dirigía ese día a buscar a su marido. Al cruzar la calle Honduras por la senda peatonal y con el semáforo a su favor, en la esquina con la avenida Scalabrini Ortiz, los tres fueron atropellados por el ómnibus que manejaba Verón. El fiscal también recordó el testimonio de la madre de Facundo, quien al declarar en el juicio afirmó que el colectivo la “succionó”, que ella quedó debajo de la rueda derecha y su hijo bajo la izquierda, mientras sostenía con un brazo a la beba para que no acabara también aplastada.

Asimismo, Saint Jean hizo hincapié en la declaración de varios testigos que estaban en el vehículo, quienes coincidieron en que Verón “estaba nervioso”, y relataron varias discusiones entre éste y los pasajeros por la velocidad a la que circulaba el colectivo. Aun en una parada arrancó antes de que terminara de subir una mujer y afirmaron que el conductor tenía la capucha del buzo colocada mientras manejaba, lo cual le quitaba visión. Además enviaba mensajes con el teléfono celular.

Los testigos añadieron que luego del accidente varias personas le pidieron a Verón que no moviera el colectivo por los heridos que estaban debajo. Sin embargo, el chofer dio marcha atrás. El resultado fue que Facundo murió en el lugar; su madre sufrió fracturas en una pierna y la cadera y rotura de ligamentos cruzados, por lo que permaneció cuatro meses hospitalizada; en tanto que la beba presentó una fractura en el cráneo y estuvo en observación durante 15 días en el Sanatorio Mitre, en sala de terapia intensiva.