SOCIEDAD › SUICIDIO POR UN EQUIVOCO

Un balazo por error

Un rosarino de 70 años murió ayer, luego de pegarse un tiro en la cabeza, por creerse responsable de un asesinato. Mario Benito Vieyra había atropellado con su auto a dos personas que, al verlas tendidas en el piso, las creyó muertas. El hombre escapó desesperado y, después de recorrer 10 cuadras, se disparó en la cabeza. Lo que no sabía es que el hombre y la mujer atropellados eran dos ladrones que acababan de balear a un comerciante. Y que no habían fallecido.
Ambos fueron internados, fuera de peligro, en el Hospital Gamen de Villa Gobernador Gálvez, en Rosario, el mismo lugar donde Veyra falleció media hora después del intento de suicidio. El comerciante asaltado también debió ser internado, aunque se encuentra estable.
Los ladrones, que habían entrado a robar a una distribuidora de alimentos, eran en realidad tres, pero uno de ellos logró escapar después de haber sido atropellados por Vieyra. Los tres delincuentes iban en una moto, luego de haber irrumpido armados, cerca de las 7, en el comercio donde se encontraba el hijo del dueño del local, Eduardo José Giovannini, de 33 años. El joven que atendía la distribuidora se resistió al robo y fue herido de un balazo en una de las rodillas.

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