SOCIEDAD › OPINION
La perseverancia del antisemitismo
Por León Ferrari
Las expresiones antisemitas del obispo castrense Antonio Basseotto, reveladas por Mariana Carbajal en Página/12, se suman a diversos hechos recientes que señalan la perseverancia del antisemitismo en nuestro país: el cartel que dejaron en la puerta de la casa de la artista Mariana Schapiro: “Aquí vive una judía, no la queremos en el barrio”; las pintadas en el cementerio de Ciudadela, entre ellas “hijos de Satán”, que repiten una de las expresiones antijudías del Evangelio; los ataques a los judíos escuchados desde parlantes instalados frente a la catedral de Salta y denunciados por un lector de la revista ñ; las denuncias de la AMIA sobre las pintadas de cruces nazis en una escuela de Flores y sobre la agresión a un rabino en la ciudad de Paraná por un grupo que, mientras hacía el saludo nazi, le gritaba que se fuera del país; las expresiones de la diputada Mirta Onega; el ataque al Centro Israelita de Ramos Mejía.
Mientras sucedían estos hechos, publiqué una nota (Página/12 del 23/12/04) dirigida a la defensora del Pueblo Alicia Pierini, en la que le informaba que la Iglesia continuaba su campaña antisemita, leyendo en millares de templos y capillas los cinco versículos de Hechos en los que Pedro, el primer pontífice, acusaba a los judíos de haber matado a Jesús. Esos versículos, comentados por innumerables sacerdotes, entre ellos muchos con la mentalidad de Basseotto, son el origen del principal argumento del antisemitismo cristiano que todavía perdura. Le preguntaba a la Defensora que, así como ella les había pedido a las autoridades del Centro Cultural Recoleta un acto de desagravio a la comunidad cristiana, con motivo de mi muestra en ese centro, si no le parecía oportuno pedirle a la Iglesia un acto de desagravio a la comunidad judía, y que borrara del Calendario Litúrgico esos versículos a los efectos de que su prédica no continuara alimentando el racismo local.
Como no recibí respuesta le estoy presentando a la Defensoría del Pueblo el mismo estudio que en el año 2001 envié a varios organismos, entre ellos a esa Defensoría cuando la dirigía Alicia Oliveira, en el que copiaba unos 40 comentarios antisemitas que encontré en una docena de publicaciones católicas, misales, biblias, evangelios, editados en el país y en España entre 1937 y 1998. Estas publicaciones, utilizadas en la enseñanza en escuelas y universidades católicas y en la preparación de los chicos para la primera comunión, se encuentran en librerías, bibliotecas públicas e Internet. No recibí respuesta.
Realicé aquel estudio cuando me enteré de que el Centro Simón Wiesenthal había cuestionado años atrás varios comentarios de la Biblia Latinoamericana y había logrado que en Francia se le retirara el imprimatur y se ordenara eliminar o cambiar algunas notas. No tuve igual suerte pero, dado el resurgir de ese racismo, me parece oportuno insistir.
Entre las notas en cuestión se destacan algunas con un lenguaje similar al del obispo Basseotto:
“Israel correspondió con el odio y la vejación más execrada al más grande de los benefactores. Para su desdicha, ese pueblo tendrá que sentir sobre sí el castigo del cielo”, Comentario Evangélico, Dionisio R. Napal, Imprenta López, Buenos Aires, 1937.
“Todos los males, que en todas las generaciones merecieron sufrir los malos desde la constitución del mundo, vinieron sobre los modernos judíos.” Catena Aurea, Comentarios a los Evangelios, recopilados por Santo Tomás de Aquino en el siglo XIII, Cursos de Cultura Católica, Buenos Aires, 1946.
“Con la destrucción de Jerusalén, el cristianismo se liberó fundamentalmente del peligro de la Sinagoga.” La Sagrada Escritura, BAC, La Editorial Católica, Madrid, 1965-1970.
“El pueblo judío actualmente se nutre de estiércol: el dinero es su abyección.” Las Parábolas de Cristo, Leonardo Castellani Th. D., Ediciones Jauja, 1959, edición de 1994. “Ya no son el pueblo de Dios, sino que se han convertido mediante una trágica pirueta en instrumentos al servicio del diablo.” Comentario al Nuevo Testamento, Verbo Divino, Estrella (Navarra), 1995.
“Tras el crimen de deicidio, (los israelitas) trataron de sofocar en sangre a la Iglesia naciente.” Biblia del Peregrino, Luis Alonso Schökel, Editorial Verbo Divino, Estrella (Navarra), 1996.
Espero que la Defensoría del Pueblo de la Ciudad sepa qué medidas tomar para evitar que estas publicaciones continúen alimentando el antisemitismo en nuestro país que, según un reciente estudio de la Cancillería de los EE.UU., es el “peor de América latina”.