SOCIEDAD › DOS TESTIGOS RECONOCIERON AL AGRESOR DE BELGRANO

El rostro de la tarde fatal

De los seis testigos que participaron en el reconocimiento a Martín Ríos, dos lo señalaron como el joven que disparó en Cabildo. El acusado fue llevado a la cárcel donde está Chabán.

 Por Carlos Rodríguez y Raúl Kollman

“Creo que puede ser esa persona.” Dos de los seis testigos presenciales del ataque ocurrido el 6 de julio en el barrio porteño de Belgrano identificaron a Martín Ríos como el hombre al que vieron apretar el gatillo y asesinar a Alfredo Marcenac, además de herir a otras seis personas. La identificación se produjo en el reconocimiento en rueda de personas realizado ayer en el Palacio de Tribunales. “Hubo algún reconocimiento positivo, que se suma a las pruebas que ya existen en la causa; es todo lo que puedo decir por ahora”, comentó a Página/12 el fiscal Marcelo Solessio, quien eludió precisar el número de testigos que reconocieron a Ríos. Si bien se habló de “dos reconocimientos positivos”, una fuente sostuvo que “en uno de los casos, el testigo dudó entre dos personas, una de las cuales era el imputado”. Por otro lado, el portero de la casa donde Ríos vivía con su madre hasta el año 2000 aportó datos que confirman la personalidad del acusado y su pasión por las armas. La cama de madera en la que dormía el joven tiene agujeros que habrían sido producidos por disparos de armas de fuego.

El portero de marras relató a la jueza María Dolores Fontbona de Pombo que cuando Ríos y su madre se mudaron de la casa le dejaron todos los muebles, entre ellos la cama en la que dormía el joven que ahora está detenido. Ante el asombro de quienes lo escuchaban, el hombre aseguró que la cama tenía agujeros por todos lados, al parecer producidos por balas disparadas por el joven Ríos. Esto indicaría que incluso hacía prácticas de tiro en la habitación de la vivienda.

En el reconocimiento, que se hizo en la Unidad 28 del Servicio Penitenciario Federal que funciona como Alcaidía del Palacio de los Tribunales, en Talcahuano 550, los testigos fueron tres hombres y tres mujeres que vieron de cerca al francotirador de Belgrano. Los citados fueron el portero de un edificio ubicado cerca de la esquina de Cabildo y José Hernández; la dueña de un kiosco de diarios de las cercanías y el hijo de la mujer; el chofer del colectivo al que se subió Ríos para escapar; la propietaria de un kiosco de Cabildo al 1700 y otra mujer que pasaba por el lugar donde ocurrieron los hechos.

Antes de la rueda de reconocimiento, los seis testigos declararon ante la jueza María Dolores Fontbona de Pombo. El fiscal Solessio aseguró que todos “relataron con el máximo detalle el episodio y describieron físicamente al agresor”. La prensa no pudo entrevistar a los testigos, que ingresaron y salieron de los tribunales por el portón de la calle Lavalle al 1200, en el interior de un patrullero. El fiscal estimó que con la prueba reunida hasta ahora “existen elementos de importancia para procesar al imputado”.

Sobre el resultado de la identificación en rueda de personas, el fiscal fue cauto: “Hubo algún reconocimiento, es todo lo que puedo decir por ahora. La semana que viene habrá más testimoniales y más reconocimientos, de manera que no me parece prudente, por el momento, decir cuántos fueron los testigos que reconocieron al imputado. No es bueno influenciar a los testigos que se presentarán”. Solessio dijo, no obstante, que para la fiscalía “la medida realizada hoy (por ayer) fue importante, pero todavía no es concluyente”. Comentó, en este sentido, que las personas citadas “vivieron el momento con nerviosismo, trataron de protegerse y vieron a la persona por escasos segundos, con lo cual la valoración de la prueba hay que hacerla en ese contexto”.

Una fuente judicial comentó a este diario que en las ruedas de reconocimeinto la defensa del imputado puede elegir a las cuatro personas que se pararán al lado de su representado, para ser identificado o no por los testigos. Lo que se trata de hacer es elegir a personas del mayor parecido físico al acusado, de manera que si hay alguna vacilación –como el caso del testigo que dudó entre Ríos y una segunda persona– podría de todas maneras considerarse importante el aporte como prueba acusatoria. No siempre es necesario que se tenga un ciento por ciento de certeza. El imputado Ríos fue sometido ayer a una primera batería de estudios psiquiátricos tendientes a determinar su salud mental, un tema central para concluir si es imputable o no. La pericia estuvo a cargo del psiquiatra Ricardo Rizzo. Anoche, luego del reconocimiento, el detenido fue sometido a un chequeo médico en la Alcaidía de Tribunales y lo llevaron a la unidad penal de Marcos Paz, donde está alojado en el módulo uno, en soledad. En el módulo dos, en las mismas condiciones, se encuentra el empresario Omar Chabán, acusado por el incendio en Cromañón.

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Los testigos fueron citados al Palacio de Tribunales para las ruedas de identificación.
 
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