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GRANADA

El hombre había llegado a Buenos Aires desde Venezuela para participar del último Campeonato Mundial de Tango. Ayer iba a volver a su país. El regreso se accidentó cuando quiso hacer una broma en el control previo a subir al avión: “No me toquen, tengo una granada”, dijo. Entonces, el personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), con cero sentido del humor, lo detuvo para revisarlo. Se trata de Jesús Rafael Beitía, de 26 años, que iba a abordar el vuelo 426 de LAN, a las 7.30 con destino a Caracas y con escala en Perú. Una vez en la dependencia de la PSA, Beitía notó que la cosa iba en serio y dijo que se trataba de una broma. De todos modos, se cumplió con el trámite de revisarlo y se pudo comprobar que en efecto se trataba de un chiste. El joven quedó demorado hasta que intervino el juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santamarina, quien finalmente le permitió regresar a su país. Por eso, como consecuencia del chiste, Beitía perdió el vuelo y debió tomar el siguiente. Su madre indicó que su hijo hizo “una broma” e indicó que el episodio “fue una imprudencia”.

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