SOCIEDAD

El registro de donantes de médula, a punto de su estreno en el país

A veinte años del primer trasplante, en la Argentina son 22 mil los posibles donantes. Se beneficiarán también pacientes del exterior.

 Por Pedro Lipcovich

Ya está todo dispuesto para que, en los próximos meses, en la Argentina, se efectúen las primeras donaciones de trasplantes de médula procedentes de personas sin relación familiar con el receptor. Así lo anunció el Registro de Donantes de estas células, que funciona en el marco del Incucai. A diferencia de la mayoría de los trasplantes, éste puede efectuarse sin problemas a partir de donantes vivos, ya que el organismo repone rápidamente las células que ha brindado. Las vidas que salvan estos trasplantes son generalmente de niños que padecen leucemia u otras enfermedades. En muchos casos, los donantes son familiares directos del paciente, pero, cuando esto no es posible, resulta muy difícil encontrar donantes compatibles. Para facilitarlo, existe una red internacional de instituciones que reúne ya más de diez millones de potenciales donantes. Este mes se cumplieron 20 años del primer trasplante de médula ósea en la Argentina. En ese tiempo, la técnica evolucionó y, en la mayoría de los casos, no es necesario punzar la médula sino que se trasplantan células “progenitoras”, obtenidas por extracción de sangre del donante.

“El Registro de Donantes Voluntarios de Células Progenitoras Hematopoyéticas se creó por ley en 2003 y empezó a funcionar en 2004 en el marco del Incucai –contó Víctor Morales, director del Registro–. En este tiempo hemos inscripto 22 mil posibles donantes, de los cuales 5 mil están ya tipificados en cuanto a su compatibilidad. Nuestro registro, como todos los del mundo, forma parte de una red que reúne 10.700.000 donantes. Ya estamos empezando a recibir consultas del exterior y comenzamos a hacer estudios de compatibilidad: probablemente en los próximos meses se registren donaciones de argentinos hacia otros países o el nuestro.”

El trasplante de médula se efectúa para diversas formas de leucemia y otras enfermedades, que en muchos casos afectan a niños. Actualmente, en la mayoría de los casos, la donación consiste en una extracción de sangre, con algunas particularidades: en los días previos, el donante ha recibido fármacos para que las células que deben obtenerse salgan de la médula ósea y se incorporen al torrente sanguíneo. Y la extracción en sí dura más que en una donación de sangre convencional.

En centros de hemoterapia de la mayor parte del país, el Registro cuenta con técnicos entrenados que les plantean a los donantes de sangre la posibilidad de inscribirse para esta otra forma de donación. “Estamos incorporando 550 donantes mensuales”, precisó Morales. Deben tener entre 18 y 55 años, pesar más de 50 kilos y efectuar una donación preliminar, que servirá para que el Registro haga los estudios de compatibilidad y verifique que no presenta enfermedades transmisibles. Los datos se guardan y, llegado el caso de que un paciente sea compatible con el donante inscripto, se le pedirá que ratifique su voluntad y se efectuará la extracción.

“Muchas veces, un chiquito enferma de leucemia, necesita un trasplante y todos en el barrio, los amigos, la familia, se movilizan, ofrecen donar, pero generalmente es imposible encontrar donante en un grupo pequeño, ya que el sistema de histocompatibilidad es muy complejo: por eso decimos que ese impulso solidario, que nace hacia una persona en determinada circunstancia, hay que reemplazarlo por un impulso solidario hacia la sociedad y perdurable, inscribiéndose como donante”, graficó Morales.

En la ciudad de Buenos Aires funcionan centros para donantes en el Garrahan, el Ramos Mejía y otras instituciones; también los hay en la mayoría de las capitales del país. El teléfono para consultas del Incucai (0800-555-4628) permite obtener más información. En algunos casos, no todos, el trasplante puede efectuarse mediante células obtenidas del cordón umbilical en nacimientos, las cuales pueden donarse a un banco específico que funciona en el Hospital Garrahan.

Ya se efectuaron unos 4 mil trasplantes de médula en la Argentina. Gustavo Milone –del Grupo Argentino de Trasplante de Médula Osea, Gatmo– destacó que “el nivel con el que se efectúan estas intervenciones en la Argentina, empezando por instituciones públicas, está a la altura de los mejores lugares del mundo. Hay personas que, ante la angustia por un niño enfermo, buscan desesperadamente soluciones mágicas u otros lugares donde supuestamente se operaría mejor, pero los que trabajamos seriamente en esto sabemos que no es así”.

Ayer, destacados especialistas en el tema se reunieron en el Hospital Británico, donde, hace 20 años, se efectuó la primera intervención de este tipo en la Argentina. Quien dirigió el procedimiento aquella vez, luego de haberse formado en el hospital Hadassah de Israel, fue Eduardo Bullorsky, quien es hoy director de la Unidad de Trasplante del Británico: “En 1986, el trasplante de médula se hacía sólo en países del Primer Mundo; el nuestro fue el puntapié inicial para esa práctica en el país y en América del Sur”, recordó.

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La donación se realiza con una extracción de sangre.
 
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