SOCIEDAD › INTENTO SECUESTRAR A SU RIVAL Y QUEDO DETENIDA

Astronauta perdida por celos

Un escándalo de celos sacudió a la agencia espacial norteamericana esta semana, cuando una de sus astronautas –que voló el año pasado en una misión del transbordador Discovery– atacó a una ingeniera militar, también integrante de la NASA, con quien competía por la relación con otro astronauta. Ocurrió en el aeropuerto de Orlando, estado de Florida, hasta donde llegó Lisa Nowak, después de manejar su auto 1500 kilómetros, provista de pañales descartables para no tener que parar a orinar y así alcanzar a tiempo a su rival, que llegaba en un vuelo comercial, y rociarla con gas pimienta. La agresora fue detenida y ahora está acusada de tentativa de homicidio, agresión e intento de secuestro. Le concedieron la libertad pero debe pagar una caución de 25.500 dólares.

Al parece Nowak y su supuesta rival, la ingeniera militar Colleen Shipman, estaban involucradas en un triángulo amoroso con otro astronauta, Bill Oefelein, también tripulante del Discovery.

Nowak, de 43 años, casada y madre de tres hijos, fue una especialista de misión en el vuelo del transbordador espacial Discovery en julio de 2006, encargada de operar su brazo mecánico. Su supuesta rival, Shipman, es una ingeniera militar en la Base Aérea Patrick, cerca del Cabo Cañaveral, donde trabaja en una división de la Fuerza Aérea encargada de recibir y probar equipos utilizados en el lanzamiento de satélites.

El incidente entre las mujeres ocurrió el lunes de madrugada en el aeropuerto internacional de Orlando, adonde Shipman llegó en un vuelo procedente de Houston. Nowak la estaba esperando, disfrazada con abrigo y peluca, tras manejar más de 1500 kilómetros desde Houston, y cuando Shipman llegó la siguió hasta un autobús que las llevó a ambas al estacionamiento del aeropuerto.

Shipman intentó entrar en su auto, pero Nowak le pidió que la llevara a la oficina del estacionamiento. Cuando Shipman se negó, Nowak comenzó a llorar, y aprovechando que Shipman había abierto la ventana de su auto le roció gas pimienta. Shipman pudo escapar y llamó a la policía, que descubrió a Nowak tirando a la basura una bolsa con su disfraz y una pistola de perdigones.

Nowak aseguró que sólo quería darle un “susto” a Shipman, y admitió que fue un acto “estúpido”. Pero en su auto los agentes hallaron guantes, un cuchillo y un martillo, motivos que consideraron contundentes para enviarla a la cárcel. El supervisor inmediato de Nowak, Steve Lindsey, compareció ante el tribunal para interceder por ella, asegurando que las mujeres no tenían contacto en su trabajo y que no era necesario dejar a la astronauta tras las rejas.

Sin embargo, el hecho de que la astronauta haya realizado semejante viaje con armas y mapas del aeropuerto e incluso de la residencia de Shipman en Florida “crean temores bien fundados para creer que Nowak tenía la intención de asesinar a Shipman”, indicaron los investigadores. Por eso, el juez de Florida que le concedió la libertad le elevó el monto de la fianza de 15.000 a 25.500 dólares y le exigió llevar un grillete electrónico para vigilar sus movimientos.

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Lisa Nowak, de la NASA.
 
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