SOCIEDAD › CRóNICA DE OTRA JORNADA (NOCTURNA) CON QUEJAS Y SIN TRANSPORTE

La larga (y fría) espera para el regreso a casa

A últimas horas de anoche muchos pasajeros tenían esperanza de abordar un colectivo en las paradas de Constitución y plaza Once. La mayoría, con destino al conurbano. Sin embargo, no tuvieron suerte: el paro de las líneas de colectivos en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires se llevó a cabo por tercera noche consecutiva. Así, hubo otra noche sin choferes. Muchos optaron por combis, taxis, remises o, incluso, por algún familiar con auto.

Entre los que más se beneficiaron con la medida de fuerza estuvieron los taxistas. “Trabajo hasta las 9 y media de la noche, pero con el paro voy a seguir un rato más. Ayer (por el domingo) levanté un montón de gente”, contó Joaquín, un taxista que recorre el centro porteño con su Renault 19. Al mando del volante, Joaquín se sinceró por los beneficios del paro nocturno de los choferes: “Si fuese por mí ojalá que no vuelvan más los colectivos”.

En Plaza Miserere, una joven de Ramos Mejía, en la zona oeste, aguardaba el 88 (une Lobos con Once, en la ciudad de Buenos Aires). La noche sin colectivos complicó su movilidad durante el fin de semana. “El sábado esperábamos con mi novio en Belgrano, él vive allí, el 152, y como no pasaba tuvimos que recurrir a un taxi, pese al precio”, relató la muchacha. Gonzalo, un joven de Adrogué, en el sur del conurbano, se lamentó por tener que gastar más dinero en las últimas noches. “No me queda otra que tomarme un remise de noche, ya que no puedo cambiar mi horario de trabajo” (trabaja en un bar de Palermo Hollywood).

En la extensa fila de la línea 129, que une Plaza Miserere con la ciudad de La Plata, Sergio, un vendedor que aparenta unos 40 años, redujo el horario de su puesto de artículos varios para el hogar. Vive cerca de la Rotonda de Gutiérrez, en Florencio Varela, y sólo puede volver con esa línea.

En la estación de Constitución, el panorama también fue desfavorable para los pasajeros. “Siempre perdemos nosotros con los paros”, protestó Ronald, un usuario del 53 (une La Boca con el partido de San Miguel).

En la parada del 88 Miguel relató el periplo de su regreso a casa. “Anoche volvía de un recital y caminé 30 cuadras por Corrientes hasta Dorrego en busca de un bondi. Ahí me enteré por un kiosquero de que había paro. De ahí me tomé un taxi y fui a dormir a lo de un amigo, que vive en San Cristóbal. Recién al otro día pude volver a casa”, recordó.

A metros de esa parada, en la vereda de un hipermercado, un par de empleados de seguridad comentaban la posibilidad de salir diez minutos antes de las 22. “No sé cómo vuelvo a casa”, afirmó uno de los empleados.

En la zona sur, las agencias de remises fueron colmadas por usuarios de colectivos. “Tenemos de media hora a una hora de demora”, respondió el empleado de una remisería de Monte Grande, ubicada frente a la estación de trenes de la ex Línea Roca.

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