SOCIEDAD › USUARIOS DE UOL SINECTIS PIERDEN DIRECCIONES DE E-MAIL

El fuego consume lo virtual

Del abstracto y efímero terreno de lo virtual también pueden desaparecer objetos. Los que advirtieron ese fenómeno fueron los usuarios del correo electrónico de UOL Sinectis, la empresa cuya sede en pleno centro porteño se incendió hace dos semanas. Luego de haberse recuperado del estrago en su servicio de web mail, la firma reconoció que las carpetas de archivos, agendas y libretas de contactos que cada usuario tenía en su cuenta de mail, simplemente, “se perdieron” sin el clik de consentimiento. Expertos en seguridad informática consultados por este diario sentenciaron que ello ocurrió por “falta de previsión” de la empresa, tanto en la seguridad de su estructura edilicia como en los software de sus equipos.
Si las carpetas no aparecen en la cuenta de correo “es porque se perdieron”, dijo mediante un comunicado la empresa, que estuvo sin operar durante dos días hasta hacerlo con un sistema de emergencia y cuyos representantes se niegan a hablar con la prensa. “Por lo visto, no hubo back ups de nada”, estimó el criptógrafo Hugo Scolnik, profesor de Sistemas de la UBA, quien para graficar cuáles deberían ser las medidas de seguridad de una compañía informática describió a Página/12 un caso: “Ante la posibilidad de un terremoto, la empresa Verisign tiene instalaciones duplicadas en la costa Este y Oeste de Estados Unidos y hace copias automáticas en sus memorias cada 20 minutos, de tal modo que si el sistema se les cae, todo vuelve a la normalidad en el máximo de una hora”.
El consejo que aunó la opinión de los expertos en seguridad informática consultados por este diario es el más costoso: duplicar el centro de procesamiento. La medida es parte de lo que ellos denominan DRP (Disaster Recouvery Plan). Todas las empresas con centros de cómputos están obligadas a tener otro alternativo a una distancia mínima aconsejable de 12 kilómetros. El Banco Central de la República Argentina estableció esa regla para los bancos a fin de prever los desastres en cuentas bancarias que puedan ocurrir, al menos, por esa vía.
El otro consejo es que una empresa con un centro de cómputos debe tener un buen sistema antiincendios. El dispositivo más apto es un sistema que quita el oxígeno de la sala y no daña los equipos con agua o polvo. Al parecer, UOL no los tenía.
Para Scolnik, el “perjuicio” que la desaparición de archivos produjo en los usuarios podría motivar juicios masivos contra la empresa, aunque admitió que “hay un gran vacío legal en ese aspecto”.

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