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“Mi sensación es que la economía de 2004 será igual o quizás mejor que la de este año. El crecimiento será más moderado que el estimado por el Gobierno, porque no vislumbro que ni en el corto ni en el mediano plazo se vean inversiones para generar puestos de trabajo. No creo que la expansión supere el 4,5 por ciento del PIB. Lo único que se nota, al menos por ahora, refiere a empleos temporarios de baja calidad o directamente ayuda social. Así no veremos un fuerte repunte del consumo interno. El auxilio a los más necesitados es útil para salir de la emergencia, pero debería completarse con la generación de puestos de trabajo genuinos. La mejora de la economía, en todo caso, se verá por un ingreso de capitales desde el exterior o por la mayor visita de turistas extranjeros. Para que se reafirme la tendencia positiva de la economía, el Gobierno debería impulsar nuevas subas salariales –los sueldos fueron muy castigados por la devaluación– y generar mayor confianza, de manera que vuelva el crédito. La verdadera reactivación se dará cuando la gente pierda el miedo a endeudarse para comprar un auto nuevo o una casa. A mi entender falta tiempo para que esto ocurra. Lo veremos en el largo plazo. Por ahora, sabemos que cuesta llegar a fin de mes y que la situación social sigue quebrada”.