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Viernes, 17 de diciembre de 2010

TEATRO › EL CERVANTES CERRO EL AÑO CON FESTEJOS Y ANUNCIOS PARA 2011

Con motivos para el brindis

En varias de las obras presentadas esta temporada se colgó el cartelito de “no hay más localidades”, hubo más funciones y varios premios. Rubens Correa y Claudio Gallardou repasaron el año y anunciaron las obras para el 90º aniversario del teatro.

 Por Cecilia Hopkins

Correa repasó también las mejoras presupuestarias que tuvo el Cervantes esta temporada.

Acompañados por Marcela Pardillo, subsecretaria de Cultura de la Nación, los titulares del Teatro Cervantes Rubens Correa y Claudio Gallardou dieron a conocer en conferencia de prensa la programación del año próximo, además de realizar un balance de gestión. “Ha sido un año particularmente alegre –destacó Correa–, porque tuvimos muy buena repercusión de público y, en algunos casos, hubo que poner el cartelito de ‘no hay más localidades’ todos los días.” De una temporada particularmente exitosa, el director subrayó que, respecto de las dos anteriores, este año hubo un incremento en todos los órdenes: mayor cantidad de espectadores, tanto en las tres salas del teatro como en las provincias, así como un mayor número de funciones y eventos realizados.

Ambos funcionarios destacaron con orgullo que las obras programadas este año recibieron siete galardones, entre los cuales figuran los premios Teatro del Mundo y ACE, en diversos rubros. Asimismo puntualizaron que “en el orden internacional seguimos dando tímidos pero efectivos pasos: el espectáculo Trans-Atlántico, con dirección de Adrián Blanco, se presentó en el 9º Festival Internacional Gombrowicz, en Radom, Polonia, donde obtuvo tres premios a la mejor obra, mejor dirección y mejor actuación, por el trabajo de Gustavo Manzanal”, según acotaron.

En el orden presupuestario, Correa explicó que “tras múltiples gestiones y con la colaboración de la Secretaría de Cultura de la Nación, la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Economía fueron mejoradas las condiciones laborales del personal, para lo cual se nos otorgó un aumento presupuestario de 700 mil pesos y una reasignación de partida de 1.000.000 de pesos”. También aclaró que fue otorgado un incremento presupuestario de 1.300.000 pesos. En cuanto a las reformas edilicias, Gallardou resumió: “El acuerdo con España para la restauración, refuncionalización y actualización tecnológica del Teatro, si bien ha sufrido algunas demoras, avanza”.

Correa recordó que “el 5 de septiembre de 2011 el Teatro Cervantes cumplirá 90 años”, y anunció que “estaremos todo el año festejándolo”. El director adelantó que por ese motivo se inaugurará una nueva página web que contendrá información de programación y elencos desde 1921, año de la fundación del teatro, y se editarán libros sobre su historia. Los festejos incluirán nuevas actividades: se pondrán en marcha “El Cervantes en los sindicatos” y “El Cervantes en las escuelas”, dos programas destinados a llevar obras a salas sindicales y a salones de establecimientos educativos. También se prevé inaugurar un tercer programa, “El Cervantes en el Cervantes”, dedicado a los trabajadores del teatro que “además de sus tareas, también hacen teatro, títeres, música, para que tengan un espacio para esas manifestaciones”.

El 17 de febrero se estrenará el primer espectáculo de la temporada, en la sala María Guerrero. Se trata de Juan Moreira, por el Ballet Folklórico Nacional. Luego de finalizadas las ocho funciones previstas, se reestrenará El conventillo de la Paloma, de Alberto Vacarezza, con dirección de Santiago Doria. En mayo, subirá a escena en la misma sala una obra para toda la familia de Claudio Martínez Bel, de título a confirmar. En junio, Pompeyo Audivert estrenará una puesta de Antígona Vélez, de Leopoldo Marechal, y en agosto, Rubén Mosquera, el ballet Historias de mujeres intensas, con las bailarinas Silvina Cortés y Victoria Hidalgo. En la misma sala, en octubre, Guillermo Cacace dirigirá Mateo, de Armando Discépolo.

En cuanto a la sala Orestes Caviglia, el 9 de febrero subirá a escena La reina de la belleza de Leenane, de Martín McDonagh, con dirección del español Alvaro Lavín. En marzo se conocerá la puesta de Lo que mata es la humedad, de Jorge Núñez, con dirección de Alberto Catán, y en mayo, Yepeto, de Roberto “Tito” Cossa, bajo la conducción de Jorge Graciosi. En julio, Manuel Iedvabni estrenará la nueva obra de Mario Diament Por amor a Lou. Y en octubre, Javier Daulte dará a conocer la puesta de su obra 4D Optico, todas estas obras, con elencos a confirmar. Por su parte, en la sala Luisa Vehil, en febrero subirá a escena El regalo de mamá, de Pablo Ini, con dirección de Héctor Díaz y el propio autor, obra estrenada en gira este año. En abril volverá El bululú, el exitoso unipersonal de José María Vilches, interpretado por Osqui Guzmán y con dirección de Mauricio Dayub. En agosto, Roberto Aguirre concretará la puesta de Yo vi el paraíso terrenal, adaptación de Lautaro Murúa de un cuento de Alejo Carpentier. En las tres salas, en diciembre tendrá lugar el ciclo Teatro del País, con los elencos provinciales del Plan Federal de Coproducciones de la próxima temporada.

En un aparte con Página/12, Correa comentó algunos aspectos de la programación. “Lo que siempre cuidamos es que el Cervantes refleje toda la diversidad y riqueza del teatro nacional, y es por ese motivo que programamos proyectos muy diferentes entre sí”, subrayó. “Nos interesa que Daulte estrene aquí, también programar la última obra de Diament, sobre la historia de Lou Andreas Salomé, una mujer libertaria. Y también quisimos que Yepeto, de Cossa, tuviese una nueva puesta, a veinte años de su estreno, ya que es una obra que aporta una reflexión interesante sobre el arte”, resumió. Sobre la puesta que estrenará Audivert de Antígona Vélez, de Marechal, Correa subrayó: “Es un texto muy ligado a este teatro, porque aquí se estrenó su primera versión”. Por otra parte, el director consideró que Cacace con su puesta de Mateo, de Discépolo, “va a hacer un aporte significativo, brindando una mirada moderna sobre el grotesco, un género que conoce y respeta”. Sobre Lo que mata es la humedad, de Núñez, Correa destacó los valores de “una obra que transcurre en Carnaval en los años ’70, que refleja la vida social de esa época”, y de Yo vi el paraíso terrenal, “el valor de unir dos nombres importantes, como los de Lautaro Murúa y Alejo Carpentier”. En cuanto a la reposición de El conventillo..., de Vacarezza, Correa consideró: “La respuesta del público fue una gran sorpresa para mí. Porque yo pensé que el texto de El conventillo... tal vez sería muy ingenuo para esta época. Y tomando en cuenta que, en parte, es el mismo público que ve a Tinelli, me sorprendió su entusiasmo: este espectáculo emociona y moviliza de un modo impensable”, reflexionó.

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