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Miércoles, 14 de septiembre de 2005

ENTREVISTA CON EL BAILARIN Y COREOGRAFO PIERRE RIGAL

Hipótesis sobre la evolución

El espectáculo que presenta en el Festival, Erection, se presta a múltiples lecturas.“Que cada espectador tome su camino”, dice.

En un comienzo la danza estaba más cerca de la mímesis. Luego, durante el apogeo de los ballets románticos, la bailarina se convirtió en un ser etéreo, descorporalizado, pura liviandad. La danza contemporánea trajo la reivindicación del cuerpo, ajado por la violencia del movimiento, golpeado una y otra vez contra el límite impuesto por el piso y, fundamentalmente, atravesado por los efectos de la gravedad. Más tarde, los avances de la tecnología permitieron desintegrar la corporalidad, ahora transitoria, imitada por la imagen virtual. Pierre Rigal –bailarín y coreógrafo que presentará el espectáculo Erection en el marco del Festival Internacional de Buenos Aires (hoy y mañana a las 21, el viernes a las 18 y a las 21 y el sábado a las 18, en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543)– enmarca su propuesta dentro de esta última tendencia, pero da un paso más adelante en su investigación. A partir de una idea simple y concreta –la de trabajar el proceso mediante el cual un hombre pasa de la posición horizontal a la vertical–, Rigal abre todo un mundo de interpretación posible, poniendo el acento, más que en la complejidad coreográfica, en la danza como investigación, interrogación e hipótesis. Metódica y casi científicamente, el coreógrafo e intérprete del espectáculo (que también, no casualmente, es licenciado en economía matemática, además de ser cineasta y atleta de alta competición) concibió, a través de movimientos simples y sencillos y una puesta minimalista (a cargo de Aurélien Bory), una obra que dispara múltiples lecturas; una tesis, no precisamente sobre la danza, sino más bien sobre el hombre, su evolución, su pasado y su futuro, en la que el bailarín no es ya puro cuerpo, sino que, además, es intelecto.
–¿Por qué decidió trabajar con esta idea tan sencilla y a la vez vital como es el pasaje del estar recostado a la posición erecta?
–El tema fue sólo un camino para trabajar una idea que me interesaba, que es la evolución del hombre, el pasaje del estadio animal –propio del pez y luego el batracio–, pasando por el cuadrúpedo, hasta llegar al hombre de pie. Me interesaba preguntarme en qué es lo que el hombre se convertirá en el futuro. Si primero se arrastra, luego se para, tal vez más adelante pueda volar. Estas son cosas de las que yo hablo en el espectáculo, aunque sin palabras. Aunque ésta no es la única lectura posible...
–¿Cuáles serían las otras?
–El espectáculo permite realizar tres lecturas. Hay espectadores que lo asociarán con la evolución darwinista del hombre, lo que yo llamo “el hombre animal”. Este público, sobre el final, se preguntará acerca del futuro del hombre: ¿en qué va a devenir el ser humano? Otro público, en cambio, verá a este hombre como individuo, como un personaje que crece, que evoluciona desde que es bebé, pasando por la niñez y la adultez, hasta que envejece y muere. Y un tercer espectador tendrá una concepción más política; lo verá como un hombre que lucha en ese ambiente que habita, que es la sociedad. Un hombre oprimido, encerrado, que finalmente va a liberarse. Cada espectador podrá tomar su camino.
–Y en cuanto al movimiento, ¿toma elementos de alguna escuela de danza contemporánea en particular?
–Yo comencé a bailar tardíamente. Como vengo del deporte (del atletismo, específicamente), me siento más cómodo con los movimientos eficaces. Cuando la pelota llega al deportista, éste mueve la mano en esa dirección y salta, de un modo eficaz, para resolver el problema. En mi trabajo coreográfico sucede lo mismo. Intento trabajar con movimientos que respondan a problemas específicos; ninguno está puesto por la pura belleza del movimiento mismo.
–¿Se considera un bailarín intelectual, para el cual el arte debe hablar de la realidad e influir en ella?
–Sí. En mi espectáculo busco que el espectador pueda ver a este hombre y al mismo tiempo estar “mirando” muchas otras cosas. El arte sólo me interesa cuando enseña a tener otra mirada acerca de la realidad.

Informe: Alina Mazzaferro.

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Rigal muestra su trabajo en el C.C. de la Cooperación.
 
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