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Miércoles, 17 de octubre de 2012

CINE › MAñANA ARRANCA UNA NUEVA EDICIóN DEL DOCBUENOSAIRES

Cuando el mundo ya no se limita a lo que ven los ojos

No hay en el cine contemporáneo un campo más floreciente que el del documental, como viene a demostrarlo la duodécima edición de la muestra porteña, que este año incluye films de Werner Herzog, Jonas Mekas, Wang Bing y Sergei Loznitsa, entre otros.

 Por Horacio Bernades

No será pasión de multitudes, pero los frecuentadores saben que no hay en el cine contemporáneo un campo más floreciente que el del documental. Así lo confirma no sólo la programación de cualquier festival internacional que se precie, sino incluso la cartelera local. Si hubiera que nombrar, aquí y ahora, las diez películas argentinas del año, está claro que Tierra de los padres, Papirosen y El etnógrafo no podrían faltar en la lista. Tanto como para echar más leña al fuego, a partir del año próximo comenzarán a funcionar, en territorio argentino, dos nuevos festivales dedicados a este campo: el Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires y el Patagonia Festival Internacional de Documental Experimental, a realizarse en la localidad de El Bolsón. Pero hasta que se demuestre lo contrario, la historia y el presente confirman que el rey del rubro sigue siendo el DocBuenosAires, que a partir de mañana y hasta el domingo 28 de octubre celebrará su duodécima edición, como de costumbre en la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín y la sede central de la Alianza Francesa. Y que, azuzado tal vez por la competencia en ciernes, este año se presenta recargado.

Si el objeto del documental fue siempre el mundo, la presente edición del DocBuenosAires viene a confirmar que el mundo ya no se limita a lo que el ojo ve. La relación entre el mundo y el mundo interno parecería ser el eje de una programación en la que la historia y lo real tienen tanto peso como la subjetividad y lo doméstico. Ver, por ejemplo, Raíces, de Richard Copans, una de las figuras sobresalientes de esta edición. En ella, y de ahí la ironía del título, importa tanto la castigada dentadura del realizador como el viaje en busca de su historia familiar. Ver también La lengua no miente, de Stan Neumann, transcripción del diario que un intelectual judío alemán llevó durante todo el nazismo, dedicado en buena medida a estudiar el idiolecto del Reich. Ver, si se permite la redundancia, No dejar de ver (si es posible), que tendrá a su cargo la inauguración oficial del festival. En ella, el brillante teórico y realizador Jean-Louis Comolli pone proa a un pasado que es personal, histórico y cinéfilo, revisando los diez años de fuego en los que dirigió, junto a Jean Narboni, la legendaria revista Cahiers du cinéma.

Ver también Historias en noches de insomnio, donde pocos meses antes de cumplir los 90 el no menos legendario Jonas Mekas continúa filmando su vida, tal como viene haciendo desde hace casi medio siglo (Diaries Notes and Sketches es de fines de los ’60). Pero la que seguramente hace más evidente ese ir y venir entre lo público y lo privado es Jaurès, donde Vincent Dieutre mira el mundo a través de la ventana del departamento del hombre que amó, mientras charla con la actriz Eva Truffaut. Que es, sí, la hija de quien parece ser.

Memoria, dientes y exterminios

“La buena salud del documental hace que se torne una tarea muy compleja seleccionar unas pocas obras que durante diez días nos ayuden a comprender parte de lo que ocurre en geografías lejanas y cercanas”, dicen Carmen Guarini y Marcelo Céspedes, directores del DocBuenosAires, en la introducción al catálogo de esta edición. Invitado central de este año será el francés Richard Copans (ver aparte). Tras haber integrado el colectivo de extrema izquierda Cinélutte, Copans fundó, a fines de los años ’70, Les Films d’Ici, a partir de entonces productora número uno del campo documental.

Sólo mencionar que Les Films d’Ici produjo Route One USA, de Robert Kramer; La ville Louvre, de Nicolas Philibert; Boulevards du Crepuscule, de Edgardo Cozarinsky, o Ernesto Che Guevara, diario de Bolivia, de Richard Dindo, debería eximir de mayores comentarios. Pero además Copans cuenta con una vasta producción propia, de la cual presentará un puñado en estos días. Hay que prestar especial atención al mencionado Raíces, documental en primera persona que pasa con total fluidez del sillón del dentista a Lituania y Estados Unidos, tierras de sus mayores, donde se topa con la sombra de la Shoah. Esa sombra reaparece en Los discos de Rivka, sobre una sobreviviente lituana, dedicada a acopiar toda la memoria judía en su casa. Y también en La lengua no miente - Diario escrito bajo el III Reich, producción de Les Films d’Ici dirigida por Stan Neumann, que transcribe los diarios clandestinos de Vïctor Klemperer. Además de presentar estos y otros films en la Lugones, Richard Copans dará una Master Class en la Alianza Francesa, el lunes 22 a las 16, con entrada libre y gratuita (inscripción previa en http//www.docbsas.com.ar/docbsas /indez.php/inscripción-muestra-cine/actividades-especiales).

Su propio diario clandestino llevó también el preso político uruguayo Jorge Tiscornia durante los doce años que pasó en prisión, a partir de 1972. Esa experiencia es la que recopila, en El almanaque, su compatriota José Pedro Charlo, de quien habrá que volver a hablar la semana próxima, cuando la previa El círculo llegue a la cartelera porteña. El almanaque es una de las cuatro películas que integran el apartado Situación del Cine Latinoamericano del DocBuenosAires. Las otras tres también refieren a distintos aspectos de la dura vida política de la región. La ecuatoriana Con mi corazón en Yambo narra el inexplicable secuestro, tortura y asesinato de dos niños, la boliviana Ciudadela ingresa en la curiosa cárcel de San Pedro, donde los internos conviven con sus familiares, y la guatemalteca Lecciones para una guerra cuenta la supervivencia de pueblos ixiles y quichés a un largo genocidio, que en años recientes terminó arrojando la escalofriante cifra de doscientos mil muertos.

Condenados, provocaciones y niñas chinas

Werner Herzog, Jonas Mekas, Wang Bing y Sergei Loznitsa son cuatro de los nombres mayores de la duodécima edición del DocBuenosAires. De Herzog se conocerá su película inmediatamente anterior a On Death Row, que pudo verse en abril pasado en el Bafici. Investigación de un triple homicidio cometido en Texas, En el abismo se conecta directamente con aquélla, en tanto aquí también el realizador de Aguirre entrevista a un condenado a muerte. Pero además se abre a la investigación del caso en sí, dando voz a las familias de las víctimas y victimarios, tanto como a los pastores carcelarios y hasta a los propios verdugos. “Hay alrededor de veinticinco historias en mi película”, dice el casi nonagenario Jonas Mekas sobre Historias en noches de insomnio. “No son grandes historias hechas para la pantalla grande: son grandes historias personales. Y sí, también van a encontrar algunas provocaciones. Pero ése soy yo. O uno de mis muchos ‘yo’”, remata el autor de Mientras avanzaba, ocasionalmente vi breves atisbos de belleza (uno de los títulos más bellos de la historia del cine, sin duda). Estrenada un mes atrás en la Mostra de Venecia, Tres hermanas es lo más nuevo del chino Wang Bing, autor de la monumental Al oeste de las vías, todas y cada una de cuyas películas fueron parte de la programación de sucesivas ediciones del Doc. Ante la ausencia del padre, obligado a trabajar a cientos de kilómetros, las niñas del título viven solas, en una aldea de la provincia de Yunnan. Hasta que el padre regresa, se lleva consigo a las dos menores y deja a la mayor en compañía de su abuelo.

Soviéticos, aliens y cabareteras griegas

La retrospectiva casi completa del ucraniano Sergei Loznitsa que ahora le dedica el Doc es sin duda el acercamiento local más abarcativo a su obra hasta la fecha. Dos vertientes animan la obra de Loznitsa: los retratos y el montaje de material de archivo, lo que se conoce como found footage. Ambas se caracterizan por su despojamiento: cero música, cero off, “desaparición” del narrador, título reducido a una única palabra. Tanto en La estación de tren (Polustanok, en ruso) como en Retrato y Paisaje, Loznitsa (Bielorrusia, 1964) se limita a fotografiar campesinos, que tanto pueden mirar a cámara como esperar la llegada de un tren o un ómnibus, como viajeros inmóviles. Bloqueo y Revista son algo bien distinto. En la primera, el realizador trabaja el material de archivo de tal modo que el sitio nazi a Leningrado parece estar transcurriendo ahora, con una continuidad que no parece posible tratándose, como se trata, de un film de montaje. A partir de miles de kilómetros de noticieros soviéticos de los años ’50 y ’60, Revista hace sentir la propaganda oficial con un peso entre abrumador y ridículo.

Los estrenos argentinos son bien diversos. Ensayo de una nación, de Alexis Rotiman, da cuenta de la formación de un coro de 1800 chicos de escuelas de todos los credos, emprendido en ocasión del Bicentenario. La misión del comandante Asthar Sheran, del conocido cineasta experimental Ernesto Baca, gira alrededor del extraterrestre del título, autor de un plan de evacuación de la Tierra, ante la inminencia de un cataclismo final. Vale aclarar que también se trata de un film de montaje, en este caso de material tomado exclusivamente de Internet. Presentada en una única función en el último Bafici, Escuela normal, de Celina Murga, narra un año de elecciones internas en la Escuela Normal de Paraná, fundada por el mismísimo Domingo Faustino Sarmiento.

Del resto de la programación –tan quimérica de resumir en una nota como la idea misma de “hacer entrar” el conjunto de la producción actual de documentales en un solo festival– merece señalarse la media docena de trabajos de Docville. Se trata de una serie de la televisión pública griega, que aspira a dar cuenta de la crisis actual del país –cuna de la civilización occidental– no a través de los grandes acontecimientos, sino de los más mínimos, colaterales, aparentemente banales. Dos señoras que intentan mantener abiertas sus pequeñas tiendas de barrio, una que cuida la capilla de San Jorge, los parroquianos y anfitriones de un cabaret de mala muerte son algunos de los protagonistas de Docville, a través de quienes pasa la crisis, como pedregullo por una criba.

* La programación completa del DocBuenosAires 2012 puede consultarse en www.docbsas.com.ar.

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Werner Herzog en el rodaje de En el abismo, su película sobre un condenado a muerte, uno de los puntos altos del DocBuenosAires/12.
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