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Lunes, 9 de febrero de 2015

CINE › AMY PASCAL RENUNCIó A SU PUESTO DE PRESIDENTA DEL GRUPO CINEMATOGRáFICO SONY

La primera víctima de los “Hollyleaks”

El film The Interview, que satiriza al presidente de Corea del Norte, acaba de ofrecer otro round. Una serie de mails secretos en los que ejecutivos de Sony Pictures se burlaban de Barack Obama fueron hackeados y provocaron un escándalo. Pascal fue la primera en caer.

 Por Horacio Bernades

Corea del Norte 1-Hollywood 0: Para sabotear el estreno de The Interview, película que satiriza al presidente de Corea del Norte Kim Jong-un, hackers anónimos, presuntamente a su servicio, dan a conocer una suerte de “Hollyleaks”. El más grande y profundo hackeo jamás perpetrado en Hollywood, se trata de una serie de mails secretos en los que ejecutivos de Sony Pictures, productora de esa película, intercambian información top secret y comentarios altamente comprometedores, que incluyen al mismísimo presidente de la Nación (17 de diciembre de 2014). Corea del Norte 2-Hollywood 0: Ante la amenaza de “despiadadas represalias” por parte del gobierno de Kim Jong-un, Sony Pictures cancela el estreno de The Interview (17 de diciembre de 2014). Corea del Norte 2-Hollywood 1: Presionada por la opinión pública estadounidense y el mismísimo Barack Obama, Sony Pictures lanza The Interview de modo limitado, resultando un exitazo (25 de diciembre de 2014). Corea del Norte 3-Hollywood 1: Amy Pascal, presidenta del grupo cinematográfico Sony, renuncia al puesto, según se cree como consecuencia del “Hollyleaks”. Fin del partido.

“A partir de marzo, la señora Pascal dejará su puesto como presidenta de esta compañía”, anuncia el escueto cable difundido días atrás por Sony Pictures, sin entrar en detalles. La caída de Pascal, la mujer de más alto rango en Hollywood durante la última década (y hasta hace unos meses la 28ª más poderosa del mundo, según la revista Forbes) no parece obedecer tanto al affaire The Interview –donde la que quedó mal parada ante la amenaza coreana fue la Sony, no ella– como a los mails privados que los hackers dieron a conocer en diciembre pasado y el periodismo difundió con voracidad. En esos mails, parte de un intercambio privado entre Pascal y el encumbrado Scot Rudin (productor de La reina, Petróleo sangriento y casi todas las películas de Wes Anderson, entre muchas otras) no se hablaba de Obama con respeto ni desprejuicio, precisamente.

“¿Qué le pregunto al presidente en ese estúpido almuerzo organizado por Jeffrey?”, consultaba Pascal a su subordinado. El estúpido almuerzo era uno al que había convocado Jeffrey Katzenberg, director de DreamWorks Animation y votante de Barack Obama, con la intención de reunir al presidente con los más altos ejecutivos del cine. “¿Le pregunto si le gustó Django sin cadenas?”, “bromea” Pascal. “Preguntale por 12 años de esclavitud”, sugiere Rudin, haciendo gala de tanto respeto racial como su contertulia, que pasa a enumerar luego otras películas “de negros”. En cuanto la correspondencia se hizo pública ambos corrieron a pedir disculpas, como es de suponer.

Durante una suerte de ritual en el que todo el personal de la Sony se tomó literalmente de las manos, aterrados por las posibles consecuencias del gigantesco hackeo, Pascal pidió perdón a todos sus compañeros, mientras que Rudin hizo circular una autocrítica en la que se disculpaba por sus comentarios “que se suponían graciosos, pero no resultaron sensatos ni inteligentes, además de no ser nada divertidos”. Hasta el momento, Rudin –único productor de Hollywood que ganó un Oscar, un Grammy, un Emmy y un Tony– se mantiene en su puesto.

“No podemos permitir que un dictador imponga la censura en Estados Unidos”, bramó Barack Obama al final de un discurso dado en diciembre, días después de que la Sony anunciara, su intención de frenar el estreno de The Interview. En la película protagonizada por Seth Rogen y Jess Franco, cuyo estreno local quedó en suspenso, los coprotagonistas de Este es el fin hacen del conductor y productor de un programa de telebasura, que descubren que uno de sus mayores fans en el mundo no es otro que Kim Jong-un. Consiguen una entrevista con él en Corea, la CIA se entera y les hace un encargo: asesinarlo. A mediados del año pasado, cuando el gobierno de Corea del Norte se enteró del proyecto, puso el grito en el cielo, acusando a la película de “acto de guerra” y “descarado acto de terror” y llamando al gobierno de los Estados Unidos a cancelar su estreno.

En caso contrario, la reacción de uno de los últimos gobiernos autodeclarados comunistas en el mundo entero sería “resuelta y despiadada”. Ante la amenaza, la Sony pospuso el estreno de octubre a diciembre, hasta que en diciembre anunció su cancelación. Ahí fue que Obama bramó. Para ese entonces, los mails cruzados entre Amy Pascal y Scott Rudin ya habían trascendido, incrementando tal vez la furia presidencial. Nacida en 1958 y respetadísima en la industria (hasta diciembre pasado, al menos), la Sra. Pascal ingresó a Columbia Pictures a fines de los ’80. A mediados de la década siguiente pasó a desempeñarse como presidenta de Producción en Turner Pictures, para regresar sólo dos años más tarde a Columbia, con el cargo de presidenta. Desde 2006 ocupaba el cargo de presidenta del grupo cinematográfico Sony.

Bajo la gestión de Pascal, ese estudio –una de las majors más poderosas de Hollywood– produjo éxitos del tamaño de la serie El Hombre Araña, las últimas de James Bond o El código Da Vinci, y films de alto prestigio crítico, como Red Social, La hora más oscura, Moneyball, el juego de la fortuna o la reciente Foxcatcher. A partir de marzo, y como suerte de premio consuelo, Pascal pasará a liderar su propia compañía de producción, que contará con financiamiento y distribución por parte de Sony. El acuerdo incluye la nueva El Hombre Araña y el relanzamiento de Los Cazafantasmas, lo cual le garantiza al menos un buen pasar. “Debería haber renunciado por razones de estupidez”, lapidó el magnate Donald Trump. “No conviene escribir lo que no querés ver publicado”, se atrevió a aconsejar Lisa Kudrow, la célebre Phoebe de Friends, serie que emitía Sony. Hasta el momento, la Casa Blanca no hizo comentarios sobre este verdadero teorema de Pascal.

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El affaire The Interview dejó mal parada a la Sony. Pero el hackeo a los mails dejó sin trabajo a Pascal.
 
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