La siguiente novela de Martín Kohan probablemente se llame Bahía Blanca. Está escrita en primera persona, en una versión inicial a mano que todavía tiene que revisar, tipear y corregir. “En principio, la pensé a partir de los mecanismos de la negación, que también es el tema de Ciencias morales y Dos veces junio”, anticipa el escritor. “Como es en primera persona, uno no sabe más o menos hasta la página 200 qué es lo que el narrador tiene que sacarse de la cabeza. Es una cosa que él hizo en relación con una mujer en un pasado reciente. Y se da cuenta de que tiene que sacarse ese asunto de la cabeza y que no hay nada mejor que irse a otro lado. Bahía Blanca le resulta perfecta para su anulación mental. Las primeras páginas narran ese proceso de despejarse, de poner la cabeza en otra cosa para no pensar en eso, en lo que no piensa y no dice, y por lo tanto no sabemos qué es. Justo el último día se encuentra con alguien y sin saber, indirectamente, le dice algo que despierta el tema”. El narrador es un investigador que logra, a través de un convenio universitario, alojarse en Bahía Blanca para escribir sobre Ezequiel Martínez Estrada, que vivió en esa ciudad. “Poco tipos han escrito sobre cosas tan diversas como Martínez Estrada; me di cuenta de que era un hombre que cambiaba de tema, que su asunto era cómo deshacerse de un tema y poner la cabeza en otro”, cierra Kohan.