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Mensaje. Antes del encuentro, a través de las banderas, los hinchas intentaron demostrar su disconformismo con el entrenador: “Bielsa enemigo íntimo. Por vos, ahora miramos tenis”, “Bielsa, ¿tan difícil tiene que ser?” o “Bielsa, tosco. Tu esquema aburre”. Claro que también hubo una bandera de apoyo, detrás del banco argentino. “Bielsa, el tiempo te dará la razón”. Sin embargo, la más graciosa fue esa que pedía a Mauro Laspada, el defensor de Olimpo, en la Centenario alta: “Bielsa, Laspada es argentino”.

Confianza. Para Abbondanzieri era un examen importante y cumplió. En el arranque lo exigieron con algunos centros y respondió con seguridad. Exhibió voz de mando, armó un buen contraataque con un saque desde el arco para Saviola y no se complicó cuando tuvo que jugar con los pies.

Seguridad. Luego de los primeros 15 minutos que tardó en afirmarse, la defensa argentina le cerró todos los caminos al ataque paraguayo. Entre Ayala, Samuel y Heinze se encargaron de neutralizar a una de las mejores duplas atacantes de América. Además, la alternativa de Ayala como marcador por derecha y Samuel como libre dejó en claro que entre ambos pueden ocupar cualquiera de las dos posiciones. Tan sólido fue el trabajo que casi no se pudieron contabilizar remates al arco de los jugadores paraguayos.

Presencia. Al igual que a la defensa, a Mascherano le costó 15 minutos hacer pie en el juego, pero luego se transformó en el dueño de la mitad de la cancha. Fue vital en la recuperación, pero sobre todo resultó muy importante en la distribución del juego. A cada pelota le dio un destino seguro. Se impuso en el duelo con Ortiz, por más que el paraguayo contó con la ayuda de Enciso. Además, al volante paraguayo lo expulsaron por una falta a Mascherano. Ya cansado de tocar y descargar, sobre el final metió un derechazo que casi se clava en el ángulo.

Sociedad. Sobre el final del primer tiempo, entre los 30 y los 45, surgió lo mejor del equipo argentino, que coincidió con la aparición de Tevez asociado con Saviola. Un pase en cortada del delantero de Boca para el ex atacante de River, que remató apenas desviado; otra combinación entre ambos que definió Saviola; y una habilitación del jugador del Barcelona que Tevez no pudo concretar ante el arquero Villar, fueron las acciones más productivas de ese pasaje. En el segundo tiempo, lo mejor fue un pase de caño de Tevez, que Saviola no logró aprovechar.

Chance. En la última jugada de la primera etapa se produjo la posibilidad más peligrosa del partido para el conjunto argentino. Fue una pared entre Saviola y Tevez por el centro, que ingresaron al área a puro toque. En posición de gol, el delantero de Boca no alcanzó a definir con justeza. Atorado por un defensor, su remate fue bien tapado por el arquero Villar. El mismo Tevez capturó el rebote y llegó al fondo para enviar el centro. Sin embargo, su envío pasado no pudo ser conectado por Crespo, que fue a buscar al primer palo. Una muestra de lo que sería el partido.