La noticia del cambio de carátula significa para los ambientalistas que en caso de ser condenados recibirán una condena no mayor a 7 años, mientras que con la figura de "piratería" podía llegar a los 15. Los integrantes de Greenpeace continuarán con prisión preventiva hasta el inicio del juicio oral a mediados de noviembre.

Mientras tanto, la organización internacional inició la "Jornada Global de Llamados" para presionar a los embajadores rusos a alcanzar una solución diplomática al conflicto.

El integrante de la sección argentina de Greenpeace, Mauro Fernández, insistió en que sus "compañeros fueron detenidos injustamente cuando intentaban detener un crimen ambiental: la extracción de petróleo en un ecosistema sumamente frágil como es el Artico". Y explicó le objetivo de la acción: "Estamos reclamando la colaboración de los embajadores en cada uno de los países, les pedimos que hagan su máximo esfuerzo para que todos los activistas sean liberados en forma urgente".