La canciller alemana, Angela Merkel, asumió su responsabilidad tras los resultados obtenidos por su partido, la Unión Demócratacristiana (CDU), en las elecciones de Berlín, donde la formación que preside registró su peor resultado desde el final de la Segunda Guerra Mundial, al obtener solo el 17,6 por ciento de los votos. "Son resultados muy amargos y decepcionantes. Estos comicios tienen sus componentes regionales pero no exclusivamente. La gran coalición ya no tiene la mayoría. Yo asumo mi parte de responsabilidad como presidenta del partido y como canciller", dijo la mandataria alemana.

Merkel reconoció sin ambages la derrota sufrida y aludió a la necesidad de recuperar a los votantes que han perdido la confianza en su formación, también a aquellos que en esta ocasión depositaron su confianza en el partido populista de derechas "Alternativa para Alemania" (AfD). "Quizás no se haya explicado con la suficiente claridad la política migratoria. La decisión de dejar entrar a los refugiados fue absolutamente correcta pero se han cometido errores y lucho para que no se vuelvan a repetir. Nadie quiere que esos fallos se repitan, y yo tampoco", señaló.

No en vano, el partido de tintes xenófobos, cuyo discurso se centra en la crítica a la política de refugiados de la canciller, ha cosechado un nuevo éxito electoral en Berlín, que le permite acceder a su décimo Parlamento regional desde 2014. Tras los buenos resultados, portavoces de AfD insistieron en que su proyecto político se consolida en todo el país y en todos los estratos sociales.

"AfD ha llegado a las grandes ciudades, hemos llegado a Berlín, una ciudad de izquierdas. Esto demuestra que no somos un fenómeno del este del país, hemos llegado a toda Alemania", señaló el líder del partido, Georg Pazderski. El político ultraconservador también se refirió a la pérdida de votos del resto de formaciones y recalcó que buena parte del respaldo con el que cuenta AfD, a pesar de ser una formación conservadora, proviene de la clase trabajadora.

"Mientras que el 18 por ciento de los trabajadores ha votado por el Partido Socialdemócrata y el 16 por ciento a La Izquierda (antiguos comunistas del este), a nosotros nos han votado un 27 por ciento de personas pertenecientes a este grupo, es decir, hablamos el lenguaje de la gente de la calle y de los trabajadores", celebró.