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"Cada uno hizo su parte; hubo una división de tareas. Si alguien no hubiera querido, esto no habría pasado. Eso fue plasmado como una filmación en el llamado (a la empresa de emergencia médica) de las 19.07. Uno hablaba por teléfono y los otros ejercían con sus acciones. No para ayudar a la víctima, sino todo lo contrario", advirtió el fiscal Diego Molina Pico.

Si bien no puede acusar formalmente porque esas personas no fueron enjuiciadas, Molina Pico apuntó a Irene Hurtig -hasta ahora testigo- y su marido Bártoli -procesado por encubrimiento- por supuestamente golpear y acribillar a María Marta, mientras minimizó que el viudo, en todo caso, no hubiera cumplido un papel protagónico en esa pelea porque, dijo, "con su sola voluntad" nada de lo que ocurrió habría pasado.

Carrascosa escuchó sin decir palabra y mirando con el mismo rictus que lució durante los cuatro meses de juicio al fiscal Molina Pico cuando pidió la condena a prisión perpetua y le aclaró al tribunal que, en caso de que no encuentre suficientes pruebas para firmar esa sentencia, le dé "subsidiariamente" la máxima pena prevista en el Código Penal por encubrimiento agravado.

Sorpresivamente, además, Molina Pico reclamó investigar por encubrimiento agravado al fiscal de Casación Penal de la Nación Juan Martín Romero Victorica, amigo de los García Belsunce y quien lo acompañó a él, como fiscal, en la escena del crimen cuando aún se hablaba de accidente.

También pidió investigar al vigilador José Ramón Ortiz, el primero de los guardias del country Carmel que llegó a la casa donde se produjo el asesinato y sobre el que la familia de la victima había lanzado sospechas, tal como lo hizo con el vecino Nicolás Pachelo.

La doble acusación fiscal contra el único enjuiciado ya anticipa objeciones de la defensa de Carrascosa que, en diálogo con DyN, advirtió que esa imputación es "ilegal". Así lo planteará el viernes próximo al pedir la absolución del viudo mientras que mañana, a partir de las 10, los representantes de la madre de María Marta tampoco respaldarán al fiscal y denunciarán que no se investigaron las hipótesis que señalaban a otros culpables.

Pero lo cierto es que el fiscal dejó en claro frente al tribunal que, de una u otra manera, debería condenar al viudo por participar en el crimen el 27 de octubre de 2002, bajo la figura de "homicidio agravado por el vínculo".

Incluso, este reclamo directo y concreto no dejó lugar a dudas sobre el final del alegato, cuando cerró su alocución diciendo: "Debo decir a Vuestras Señorías que toda la sociedad tiene los ojos puestos en ustedes. Ustedes deben devolverle la confianza en la justicia a la gente. No permitan que se siga diciendo que en la Argentina el rigor penal sólo se aplica con los humildes".

Entonces surgió el estallido de aplausos de parte del público y la reprimenda de la presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal 4 de San Isidro, María Etcheverry, quien amenazó con desalojar la sala.

Este fue el broche de un alegato que incluyó audios, power points, fotos de la autopsia y hasta una animación computarizada de cuatro minutos que mostró cómo se movieron los protagonistas a la hora exacta del crimen, cuando María Marta recibía cinco balazos en la cabeza.

Lo primero que hizo Molina Pico fue repasar el por qué estaban todos reunidos en la sala de audiencias, en medio de una multitud de periodistas y público que pugnaron por su lugar desde temprano para no perderse oportunidad de presenciar el gran día de la acusación.

"Todos sabemos que Carlos Carrascosa intervino con la participación de dos personas en el asesinato de su mujer. Y hubo cómplices que llevaron adelante maniobras para encubrirlo", dijo el fiscal.

Fue entonces cuando enumeró: se modificó la escena del crimen, se alteraron horarios, se inventaron coartadas, se evitó la entrada de la ambulancia y de la policía, llegaron a solicitar que se cometiera un delito, se acondicionó el cuerpo, se colocó la 'gotita' en el cráneo y se confeccionó un certificado de defunción "trucho", se desprendieron de un proyectil, se ocultó el arma y se intentó trasladar la responsabilidad de los hechos a terceras personas".

Eso dio pie a que el fiscal repasara la versión de Carrascosa sobre horarios y tiempos del día del crimen y concluyó diciendo:

"Todo es mentira. Toda la versión es falsa. Ahora vamos a ver la realidad de los hechos".

Y a partir de ahí contrarrestó esos dichos con los que, según la Fiscalía, fueron los que verdaderamente ocurrieron: dijo que todos se retiraron de la casa de los Bártoli a las 18.07, cuando terminó el partido de River y Boca; que Carrascosa efectivamente pasó por el club house a tomar un café y que, cuando llegó a su casa, se encontró con Bártoli e Irene en medio de una discusión con María Marta que había empezado la noche anterior.

"Ahí se reavivo la discusión que había comenzado el día anterior. Fue verbal pero pasó a mayores, Hubo agresión física y pasó a mayores. María Marta recibió seis balazos", aseguró.

Fue entonces cuando, según Molina Pico, comenzó la "división de tareas" para "eludir la acción de la Justicia y lograr la impunidad": Carrascosa pedía una ambulancia "para una persona que está como ahogada" sin decir 'esposa', "despersonalizando a su ser amado", mientras las otras dos personas oídas en la grabación del llamado "manipulaban el cadáver".

"Esa llamada es como una filmación. No hubo llanto, ni sollozo, ni preocupación, En ningún momento dijeron 'atendela, ayudala, salvala'' Todo lo contrario. 'tocala', 'tenela', 'cerrá la puerta'... Estaban manipulando el cadáver para ver qué hacer con el cuerpo y cómo cerrar la puerta. Cómo hacer para que nadie viera lo que acababa de ocurrir", advirtió.