En medio de las negociaciones estancadas, el gobierno de María Eugenia Vidal oficializó esta mañana una nueva convocatoria a los gremios docentes que esperan una oferta salarial mayor al 15 por ciento ofrecido por la provincia. Esta tarde, además, los docentes bonaerenses podrían definir próximas medidas de fuerza y otras acciones como marchas de antorchas, caravanas y abrazos en las escuelas para visibilizar el reclamo por la negociación paritaria. Para los gremios, el punto irrenunciable es la incorporación de la cláusula gatillo para ajustar los salarios de manera automática con la inflación.

“La unidad de los sindicatos se mantiene inalterable. Hicieron lo imposible por romperla tanto este año como el pasado y no lo lograron. No van a poder”, afirmó Roberto Baradel, secretario general de Suteba, uno de los gremios que integra el Frente de Unidad Docente Bonaerense. Esta tarde, tras reuniones en todas las escuelas de la provincia, el gremio que conduce Baradel realizará un plenario para definir las próximas medidas de acción. La reunión fue convocada para el próximo miércoles, en el Ministerio de Trabajo provincial, a las 14.

Según Baradel, es probable que el plan de lucha “incluya medidas de fuerza” si no hay avances en la negociación con Vidal. Lo que seguro planificarán los docentes son medidas para visibilizar el reclamo, como marchas de antorchas, ruidazos, abrazos en las escuelas y otras acciones del estilo para dar cuenta los conflictos que atraviesa la educación.

“Tienen que convocarnos porque hay una negociación en curso y porque llamaron a cuatro reuniones con la misma propuesta. Ahora deberían convocarnos para mejorar la propuesta”, sostuvo el dirigente en conversación con la FM Milenium, que además espera el plenario de delegados de esta tarde para definir si van al paro o no.

Los docentes piden que el aumento salarial “se acerque a la inflación real” del 20 por ciento y que incluya cuatro punto más por la pérdida de valor adquisitivo del año pasado. Además, sostienen que no aceptarán un acuerdo sin la revisión automática de los salarios, que el año pasado se incluyó con la famosa cláusula gatillo. Este año, en cambio, la gobernadora propone una revisión pero no automática. “Ya tuvimos experiencia con la revisión salarial bajo la voluntad de las partes y el Gobierno no la cumplió. La revisión tiene que ser automática para que se ejecute sola con cada medición de la inflación”, reafirmó Baradel.