De un tiempo a la fecha, el colectivo artivista Indecline viene sacudiendo el avispero en Estados Unidos, amén de apostar estatuas muy poco halagadoras de Donald Trump desnudo en históricas plazas de Manhattan, o bien, de colgar de árboles de Richmond, Virginia, a payasescos muñecos tamaño humano vestidos cual miembros del Ku Klux Klan. Pues, días pasados, al cumplirse el primer aniversario del juramento del actual presidente norteamericano, dieron estos full-time rebelds, como gustan denominarse, renovada nueva prueba de su habilidad para la disruptiva ocurrencia, creando un satírico cementerio para dar sacro descanso a todo aquello que Trump inescrupulosamente asesinó en 2017. “En esencia, es un reporte político de los últimos doce meses, el resumen del año”, explica el anónimo grupo sobre Grave New World, la pieza en cuestión: pequeña necrópolis instalada en un campo de golf de New Jersey, con seis tumbas emperifolladas por velas, banderas estadounidenses y flores en honor a los fallecidos... Léase “La Decencia”, muerta el mismísimo día que Trump juró; “El último muñeco de nieve”, brutalmente liquidado por Donald al retirar al país del norte de los acuerdos climáticos de París; “El sueño americano”, en luto desde que su severo veto a la inmigración; entre otros “caídos”. “Hubiéramos necesitado un presupuesto mucho más grande para cubrir todo lo que DT ya ha jodido durante su presidencia”, expresó un representante de la agrupación al referirse a la escueta lista RIP que gozó de lápidas sepulcrales. Cuidadosamente ubicadas, dicho sea de paso, en el Trump National Golf Club, en Bedminster, donde, según expresó el empresario hotelero en cierta ocasión, le encantaría ser enterrado. Pues, sorteando la (escueta) seguridad policial, allí se infiltraron los miembros de Indecline, cubiertos sus rostros por máscaras de sky, para colocar el enorme cartel que reza “Trump Cementery”, además de las mentadas tumbas. Y aunque desconocen a la fecha si ya han sido retiradas, el registro fotográfico ha corrido cual reguero de pólvora, al igual que la exacta ubicación geográfica. No faltará quien necesite hacer su luto, desee llevar su propio ramito y dejar caer unas merecidas lágrimas por los simbólicos cadáveres.