Siempre pasan este tipo de tragedias como fue la que sucedió con Marielle, lo primero que intentan hacer los medios es buscar los familiares para oír-los y hablar sobre su relación. Sí, es horrible, pero es muy común encontrar en las tapas de diarios y revistas  el dolor del viudo o la viuda, por ejemplo. Con la esposa de Anderson lo hicieron en seguida, pero no hicieron lo mismo con Mónica Benicio, compañera de la concejal Marielle. Hay toda-vía mucha dificultad para presentar a la sociedad la conformación de las familias reales que no responden a los estereotipo de las familias de publi-cidades “de margarina”. 

Marielle Franco, además de asidua militante, era activista por los derechos humanos y afro. Era también defensora de los derechos de la población LGBTIQ, dado que ella era lesbiana. Mónica Benicio fue su compañera por 2 años aunque se conocieron hace 13 años. En una declaración al Programa “Fantástico”, de la red Globo, Brasil, Mónica relata que este año se prepa-raban para casarse. La entrevista fue grabada en la nueva residencia en donde Mónica y Marielle vivían hace un año y medio. Al momento de la entrevista, era la segunda vez que Mónica volvía a su casa después de lo ocurrido. Con mucho dolor relató cómo conoció a Marielle  y cómo recibió la noticia de su asesinato. 

Mónica relató que el último contacto que tuvo con Marielle fue por celular, cuando la concejal estaba volviendo a casa en el día 14 de marzo minutos antes del crimen: 

“Ella me envió un mensaje preguntándome si precisaba llevar algu-na cosa, o si yo necesitaba de algo y le dije que no. Entré a casa y pensé que ella (Marielle) iba a llegar un poco antes de mí. Empecé a hacer algu-nas cosas, la llamé y ella no me atendió. La llamé de vuelta, la llamé otra vez. La llamé unas veinte veces y cuando no atendieron ya me parecía que había pasado algo.” 

Por teléfono, una conocida le avisó que abriera la puerta porque afuera, en la puerta de su casa, estaba una amiga en comùn de la pareja. Estaba allì afuera esperando para comunicarle sobre el asesinato de Marielle: “(…) cuando yo abrí la puerta y ví el rostro de Dani, le pregunté: Dani, ¿qué pasó? ¿Dónde está Marielle? y ella me dijo, que yo necesitaba ser fuerte porque Marielle estaba muerta” 

Mónica relata que en ningún momento la concejal se sentía amenazada. Estaba muy feliz ya que estaban organizando los preparativos para casarse en septiembre de 2019. Una entrevista breve, pero, por fin, algún medio dio voz a Mónica. Fue perceptible el silencio y la invisibilidad de los medios de comunicación invisibilizando la relación entre ellas generando muchas manifestaciones en las redes sociales por parte de militantes de la comuni-dad LGBTIQ.  El sufrimiento heterosexual no es más intenso o más verdadero que el homosexual. Pero, cuando hablamos de visibilización, pareciera que hasta el dolor heterosexual tuviera “más prensa” que el dolor homosexual.  

Marielle no tenía vergüenza o problemas en expresar su amor por otra mujer. Siempre subía en las redes sociales fotos y declaraciones de amor hacia su compañera e intentaba dar visibilidad a las mujeres lesbia-nas. En casi todas sus publicaciones ella ponía el hashtag #nuestras familias existen. En 2017, ya como concejal en Río, Marielle presentó un proyecto de Ley para incluir el Día de la visibilidad lesbiana en el calendario de la Capital. La iniciativa fue rechazada por 19 votos contra 17.  La concejal, en su corta vida política de solamente 13 meses, presentó 16 proyectos buscando lograr más políticas pública para los afro y la comunidad LGBTIQ.  

Marielle nos ha dejado muchos legados.  Uno de ellos es dar visibilidad a las muchas problemáticas del movimiento LGBTIQ. No debemos dejar que su historia de amor y compañerismo de 13 años con Mónica Benicio sea invisibilizada.  Mónica es la viuda de Marielle,  al margen de que ellas no estuvieron casadas, una relación de tanto años, no puede ser menospreciada ni ser subestimada.  La vida privada y la vida política de Marielle fue grandiosa porque contó con la presencia, el amor, el tiempo, la atención, la paciencia, la solidaridad y tantas cosas más de su compañera Móni-ca. 

Por Mónica y por Marielle, debemos luchar por la igualdad de derechos de las familias reales, de todas las familias! El derecho, incluso, de mani-festar su dolor y su amor en todos ámbitos. l

*Licenciada en Letras por la PUC Minas Gerais. Militante feminista afro, participa de varias actividades de la Comisión Organizadora del Día 8 de Noviembre, (colectivo que trabaja con más de 30 organizaciones en Argentina) entre ellas dentro del Area de Género.