Mientras Jorge Sampaoli sigue haciendo pruebas de cara a la Copa del Mundo, Julen Lopetegui, el técnico del seleccionado español, parece tener todo bastante más claro. A 80 días del comienzo del Mundial de Rusia, España ya ha resuelto diez de los 11 titulares que arrancarán la competencia, el 15 de junio ante Portugal en Sochi. De esos diez, ocho al menos estarán enfrentando a la Argentina mañana en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid.

Respecto del equipo que el viernes igualó 1-1 con Alemania en Düsseldorf, es un hecho que no estará David Silva, quien pidió ser desafectado del partido de mañana por razones personales. También está en duda Gerard Piqué, que se resintió la rodilla izquierda. Por lo demás, Lopetegui repetirá el resto de la formación. De Gea será el arquero, Carvajal, Gerard Piqué o Nacho, Sergio Ramos y Jordi Alba compondrán una línea de cuatro que se reparten el Real Madrid y el Barcelona. Koke, Thiago Alcántara, Saúl Ñiguez o Rodrigo Hernández (Villarreal) e Iniesta compondrán la mitad de cancha, y adelante estarán Lucas Vázquez e Isco como extremos, y Rodrigo Moreno o Diego Costa como centro delantero.

Si mañana empezara el Mundial, el arquero y los defensores serían los mismos, Sergi Busquets (quien se perdió esta ventana de amistosos por una fractura en el quinto dedo del pie derecho) ocuparía su puesto de volante central inamovible, Koke e Iniesta irían a sus costados y Silva e Isco seguirían siendo los extremos, quizás con una posibilidad para que Marco Asensio vaya por la izquierda. La duda mayor está en el centro del ataque donde Rodrigo Moreno (Valencia), Diego Costa (Atlético de Madrid), Iago Aspas (Celta de Vigo) y en menor medida Alvaro Morata (Chelsea) todavía pelean la titularidad con resultado incierto.

Pero más allá de la circunstancia de los nombres, España sigue ratificando su condición de gran candidato, acaso sólo por debajo del poderío de Alemania y Brasil, hoy por hoy, los grandes favoritos para alzar la Copa del Mundo el 15 de julio próximo en Moscú. El viernes, como visitante de los alemanes, hizo un gran partido en el primer tiempo. Y en el segundo no pudo repetir por los seis cambios que metió Lopetegui para darle rodaje a su plantel.

Su juego de movilidad permanente de hombres y de pelota, con pases cortos, rápidos y fuertes, y cambios de frente continuos para ensanchar el ataque y estirar la defensa rival le permitió ponerse rápidamente en ventaja. A los seis minutos del primer tiempo, España ya ganaba 1-0 con un gol de Rodrigo Moreno tras un notable pase de Iniesta a espaldas de los centrales alemanes. Luego, replegó sus líneas para defender pero no dejó de desplegarlas para atacar, desprendiendo en la ofensiva a sus laterales Carvajal y Jordi Alba y con David Silva suelto para armar juego de mitad de cancha en adelante, hasta que Lucas Vázquez lo reemplazó durante la segunda etapa.

Un solo dato revela la fortaleza actual de la Selección Española: lleva 21 partidos sin perder, 16 de los cuales corresponden al ciclo de Lopetegui como entrenador, que suma 12 triunfos y cuatro empates. Para España, llegar a Rusia avalada por una igualdad como visitante ante el actual campeón del mundo y una victoria ante los subcampeones argentinos con Lionel Messi en la cancha, sería un espaldarazo inmejorable. En 2014, se marchó en primera ronda del Mundial de Brasil. Y no le fue mejor en la Eurocopa 2016, cuando Italia la eliminó en los octavos de final.

Ahora, la pretensión de mínima es llegar a semifinales. Pero todos quieren volver a ser campeones como en Sudáfrica 2010. Hay una generación (Iniesta, Piqué, Sergio Ramos) que dejará la Selección tras el Mundial del Rusia y quieren hacerlo como campeones. Mañana ante la Argentina, con o sin Messi, darán el último examen bravo antes de ir al Mundial.