El dólar cerró ayer a 20,51 pesos sin cambios respecto de la jornada anterior y con una suba de 5 centavos en la semana. El tipo de cambio continuó con presiones al alza a pesar de las intervenciones del Banco Central. La entidad sacrificó unos 175 millones de dólares y en la semana, que fue corta por el feriado del lunes, entregó al mercado un acumulado de 387 millones de dólares. Desde el 5 de marzo, cuando comenzó con su programa de regulación cambiaria para mantener la cotización debajo de 21 pesos y evitar más impacto en los precios del mercado interno, ya desembolsó cerca de 2500 millones, un monto equivalente a medio punto del PBI.

El tipo de cambio mayorista, con el que operan los exportadores, los importadores y los grandes bancos e inversores, se ubicó ayer a 20,20 pesos, con un retroceso de dos centavos respecto de la jornada previa. Al comienzo de la jornada hubo una suba hasta los 20,26 pesos pero las ventas de dólares de los cerealeros y del Central permitieron borrar este avance de 4 centavos y terminar, incluso, por debajo de los 20,22 pesos en los que había cerrado el mayorista el jueves. Se operaron ayer 763 millones de dólares, 12 por ciento por encima de la jornada previa.

Esta semana, el organismo a cargo de Federico Sturzenegger realizó una estrategia de intervención que en la city llaman de “día impar”. El martes decidió no vender divisas, el miércoles vendió por encima del promedio del último mes (212 millones de dólares), el jueves nuevamente no ofreció nada y ayer volvió a intervenir con más de 170 millones de dólares, una cifra que también estuvo por encima del promedio. 

Este intento de darle cierta incertidumbre al mercado vendiendo un día sí, un día no, tiene poco sentido, indican los operadores de la city. Los inversores están convencidos que es el momento de aprovechar a comprar moneda extranjera, mientras el Central sostiene artificialmente baja la cotización del dólar. Las compras minoristas netas de divisas ya ascienden a 2500 millones de dólares mensuales y hay cerca de un millón de clientes por mes en el mercado único de cambios. 

La expectativa de los grandes fondos de inversión del exterior, que manejan una gran parte de las transacciones que se realizan en la plaza local, está puesta en julio. El “run run” del mercado es que finalmente el Gobierno en esa fecha dará vía libre para que salte la cotización. Ahora, los grandes fondos aprovechan y empiezan a salir del mercado interno, de manera gradual, en busca de nuevas oportunidades de negocio en el mundo. Una de las modas en las últimas semanas de los capitales de corto plazo (los mismos que llegaron estos años al país para comprar Lebac) es apostar por el alto rendimiento en moneda dura que se está ofreciendo en la economía de Egipto. 

En cuanto a los mercados agropecuarios internacionales, los contratos a futuro de soja en Chicago cerraron el día de operaciones con subas de precios en torno a un dólar por tonelada para las distintas posiciones (mayo, julio y agosto), a partir de que los comerciantes minimizaran las preocupaciones sobre las escaladas en las disputas comerciales entre China y Estados Unidos, a la luz de nuevos acuerdos de exportación para la oleaginosa norteamericana, según señaló el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció en la tarde del jueves que solicitó al representante comercial de su país que considere aplicar aranceles adicionales a productos chinos por un monto de 100 mil millones de dólares (ver aparte), aumentando las tensiones comerciales y sumiendo el crecimiento económico en la incertidumbre.

En tanto, los contratos futuros de maíz ajustaron con pérdidas, ante ventas técnicas. Por último, los futuros de trigo finalizaron con subas, por la preocupación de que los suelos congelados en Dakota del Norte demorarían la siembra en esa área clave de producción, según consignó la BCR.