El partido conservador nacionalista y gobernante Fidesz se imponía en las elecciones legislativas de ayer en Hungría con 49,5 por ciento de los votos cuando se había completado 65 por ciento del escrutinio oficial, informó la prensa local. De esa forma, el primer ministro Viktor Orbán, un político derechista, nacionalista y eurófobo, podría volver a asegurarse una mayoría absoluta para asumir su cuarto mandato y tercero consecutivo en su carrera. Analistas electorales estimaban que Fidesz obtendría hasta 133 de los 199 escaños del parlamento. Al partido oficialista seguía el ultraderechista Jobbik, con 20 por ciento de los votos, y la coalición de izquierda liderada por los socialdemócratas, con 12 por ciento, según informó la agencia de noticias estatal húngara MTI. La jornada electoral estuvo marcada por una participación inusualmente alta, con 70 por ciento de los votantes, situación que solo igualó la asistencia récord de 2002.