"Familia. Modelo para desarmar" es una exposición itinerante con curaduría de Sub, Cooperativa de fotógrafos. La muestra puede verse, hasta el domingo 22 de abril inclusive, en el Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río). La misma presenta selectos extractos de ensayos fotográficos por 25 artistas de ocho países: Argentina, Brasil, Paraguay, Chile, México, Venezuela, Francia y España.

Algunos de esos autores, como Cecilia Reynoso y Alain Laboile, han hecho de la propia familia el tema privilegiado de su obra. Una buena foto familiar sabe trascender el espacio íntimo para expresar una cultura, una clase o un estilo de vida. Los cuerpos distendidos de la serie "La famille", de Laboile, contrastan con la carga expresiva de "Los Flores y las flores", de Reynoso. Los unos, en sereno blanco y negro; los otros, en colores extremos a punto de estallar. Un revólver de juguete apuntando a una cabeza constituye el punctum de una escena en el álbum de vacaciones que Inés Tanoira titula "Estos días, los otros" y que como una novela de John Cheever revela la locura secreta de quienes no carecen de comodidades ni de tiempo para el ocio.

"Los martes con Carlitos" de Héctor Rio.

Tanto Marcos López en "Santa Fe" como Franco Verdoia en "Cuñadas" retratan objetos, fotos o mascotas como metonimias de sus dueños, para componer escenográficos interiores de clases populares. Volviendo extraño lo íntimo, Verónica Mastrosimone hace foco en los detalles surrealistas de una fiesta familiar (una lengua que lame un cuchillo; ojos de lince en el envase de una botella de agua) mientras Liliana Contrera muestra a "Papá y mamá" como perdedores entrañables.

En "Kinderwunsch" (palabra alemana que significa "fertilidad") Ana Casas Broda (autora española radicada en México) se fotografía a sí misma y a sus hijos en una versión desidealizada de la maternidad, que dialoga con sus representaciones arquetípicas en la antropología o el arte. En su serie "Madres lesbianas", Oriana Eliþabe (argentina radicada en Barcelona) retrata la ternura y la lucha de nuevas formaciones familiares desmarcadas del modelo patriarcal heterosexual.

Una ausencia inexplicable entre los expositores es la de Adriana Lestido, nombre recurrente en el curriculum vitae de muchos de ellos y cuyas series de fotos de madres e hijas son un antecedente clave.

"Cuanto más sueño con mi padre y mi madre, mi hermano y mi hermana, mi hijo y mi hija, van dejando de ser solamente esas personas que percibo en mi naturalismo ingenuo", escribe James Hillman en El sueño y el inframundo, "para convertirse en antepasados vivos, fantasmas o sombras cuyos rasgos recorren mi sangre psíquica dándome apoyo". Los padres de Res, Martín Weber y Jorge Sanz cobran en sus fotos ese carácter de "familiaris" o acompañantes espectrales.

Tanto Lucila Quieto como Gerardo Dell'Oro son familiares de desaparecidos víctimas del terrorismo de Estado en Argentina durante la última dictadura. La invención de dispositivos colectivos de memoria a partir de fotografías encontradas caracteriza los procesos creativos en "Arqueología de la ausencia" (1999‑2001) de Lucila Quieto (obra que no tuvo libro hasta 2011) y "Los abrazos", de Gabriela Muzzio (serie publicada como libro por la EMR en 2014). La toma fotográfica deviene en esos procesos un rito terapéutico social.

En 2012, Alejandro Kirchuk (Buenos Aires, 1987) obtuvo con "La noche que me quieras / Never let you go" el primer premio en la categoría "Historias de la vida cotidiana" en el concurso World Press Photo. La serie testimonia el día a día de una pareja de adultos mayores. Ella tiene Alzheimer y él la cuida con amor a pesar de que ella por momentos no parece reconocerlo. Viven con dignidad, en su propia casa, acompañados por una colección de obras de arte figurativo argentino que revela el interés por lo humano en un pasado compartido.

El fotógrafo casildense Héctor Rio documentó la cotidianeidad de un hombre adulto con síndrome de Down en "Los martes con Carlitos", mostrando el humor de Carlitos, sus gestos, su guitarra y su soledad. En "Violeta", Martín Estol se adentra en el mundo lúdico de una niña.

Nicolás Pousthomis explora detalles misteriosos e imágenes en sordina al filo crepuscular de lo invisible. Un gótico rural se vale del anacronismo técnico en la obra de Valeria Bellusci. En "Luz en la palma", Florencia Lo Re registra escenas casi abstractas siguiendo el rastro de una emoción inefable al modo de la poesía. Filtros y dobles exposiciones enrarecen el color y la imagen; la luz es protagonista.

Cecilia Estalles y Beto Gutiérrez bordean el conceptualismo en sus fotomontajes. Gaby Messina se adentra en la intimidad de una gama de diversidades familiares. Expone también el colectivo Cia de foto.