En 2016 ingresaron más de 1.500 denuncias contra policías a la Unidad Fiscal de Corrupción y Violencia Institucional del Ministerio Público de la Acusación (MPA). Las acusaciones aumentaron en abril y desde entonces se sostienen unas 200 mensuales. El delito de incumplimiento de deberes sigue al tope de los motivos de imputación; mientras que las acusaciones por lesiones y apremios ilegales se ven reflejadas en el 30 por ciento de los casos. Desde que comenzó a funcionar la unidad que dirige la fiscal Karina Bartocci, se cerraron seis juicios abreviados con condena; y para 2017 ya están programados dos juicios orales y públicos. Si bien se trata de delitos con penas bajas ‑muchos incluso se resolvieron con pago de multas (43)‑, hay cuatro policías arrestados por casos de homicidios, estafas y de graves apremios. La Fiscalía Regional evalúa, además, sumarle a la fiscal las causas de crímenes en los que hay policías implicados como autores, y que hoy están a cargo de la Unidad de Homicidios Dolosos, con duras críticas de las familias de las víctimas que reclaman respuestas.

A un año de la puesta en funcionamiento de la Unidad que investiga delitos cometidos por policías, Bartocci investiga unas dos mil causas, debido a que se acumularon las realizadas antes de la conformación de la fiscalía especial. Desde 2014, las presentaciones contra agentes de la fuerza alcanzaban las 2.800, pero unas 900 fueron desestimadas o archivadas, incluso por extinción ante el pago de multas.

Según indicó Bartocci en diálogo con Rosario/12, la mayoría de las denuncias se realizó este año, cuando la gente comenzó a tomar conocimiento de la existencia de la Unidad, y porque ya están aceitados los mecanismos de recepción: cuando un imputado relata en audiencia imputativa que en el momento de ser detenido sufrió apremios, la Oficina de Gestión Judicial deja constancia en el acta y automáticamente se envía la exposición a Bartocci; también el 0800‑444‑3583 de Asuntos Internos funciona de manera más ágil. De hecho, casi el 30 por ciento de las denuncias ingresó por esa vía. Le siguen las acusaciones realizadas en los Centros Territoriales de Denuncias; el propio MPA; y como último lugar de recepción aparecen las comisarías, con apenas un 6 por ciento.

La fiscal reveló que antes de abril, las causas eran unas cien semanales, pero se duplicaron a partir de aquel mes, y desde entonces no volvieron a mermar. Incluso, muchos casos llegarían a la instancia de juicio el año que viene. En algunos de los expedientes hay propuestas de juicio abreviado por parte de las defensas de los imputados, pero la Unidad tiene como forma de trabajo consultar a las víctimas sobre esa posibilidad.

Uno de los casos que llegará a juicio es el del motín de la comisaría 20, en abril pasado, en el que varios presos sufrieron serios apremios; y el homicidio que pesa sobre el policía Jonathan Puebla, por balear a Roberto Arrieta, en San Lorenzo.

Entre las causas "menos graves" aparecen defraudaciones por horas extras o por la carga de combustible con la Visa Flota, que generó abusos. También aparecen pocas causas de pedidos de coima, pero no dejaron de existir (2 por ciento). Para Bartocci, no significa que no existan los casos, sino que lo atribuyó a que las víctimas de este tipo de delito policial es "difícil". Es decir, "muchas veces son víctimas que aparecen como imputadas en causas con otros fiscales y se les pide dinero para mejorar su situación, pero tienen naturalizada esta cuestión y no la denuncian. Tampoco confían en hacer la denuncia ante la Fiscalía porque me identifican con el fiscal que los está imputando. Por lo general es gente que accede al pedido de plata de la policía, porque les conviene o por temor. También es una cuestión cultural y sociológica esto de pagar, como se le paga a alguien de Tránsito para que no te hagan la multa".

En cuanto a los apremios, Bartocci destacó que se notaron cambios en las comisarías, que si ven llegar a un detenido con golpes del momento del traslado a la seccional, lo hacen constar con la denuncia de la víctima. "Aumentaron las denuncias de apremios en comisarías, eso significa que no se hace más cargo del que viene golpeado. Antes, según las denuncias, llegaba un golpeado y le seguían pegando en la comisaría. Ahora no lo tapan más. Creo que tiene que ver con que los policías saben de la existencia y forma de trabajo de la Unidad Fiscal", diferenció Bartocci; aunque no descartó casos aislados. De hecho, dijo que las seccionales más denunciadas por apremios son la 19ª y la 12ª. "La mayoría de las veces, los denunciantes son varones jóvenes", describió un patrón sostenido.

Otra denuncia que se vio en este año que termina es por las evasiones de presos que pueden implicar complicidad policial, pero son causas que se reflejan en el 2 por ciento de las denuncias. La fiscal dijo que también mejoró la situación en los depósitos judiciales, tras varias denuncias e intervenciones que tuvo la Unidad. "Se está haciendo un relevamiento con colaboración nuestra, de Asuntos Internos y el Ministerio de Seguridad para la limpieza de depósitos, y esta semana empieza la compactación de la chatarra. Se hará en todos los depósitos de la provincia y en las comisarías".

Otras de las causas que avanzan son las investigaciones de enriquecimiento ilícito, heredadas del anterior sistema penal o derivadas de pesquisas que comenzaron en Asuntos Internos. Bartocci tiene las causas contra los policías implicados en la causa de la banda de Los Monos, y otras que prefirió no adelantar porque "ni los denunciados están al tanto". Se trata del uno por ciento de los legajos judiciales.