El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, publicó el martes un aviso fúnebre en el diario La Nación para despedir al general Carlos Bernardo Chasseing, interventor de Córdoba durante la dictadura cívico militar y mano derecha del ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército Luciano Benjamín Menéndez. “Participa su fallecimiento y acompaña con afecto a su hijo Pablo y a su familia en este momento de dolor”, manifestó Garavano en un aviso en el que no omitió su cargo como miembro del gabinete del gobierno de Mauricio Macri. Los organismos de derechos humanos salieron rápidamente a denunciar el mensaje del ministro a través de una carta, en la que consideraron “inadmisible” que, “desde el más alto cargo que instituye la democracia para llevar adelante políticas de Justicia y Derechos Humanos” se salude al “más alto funcionario público durante la aplicación del terrorismo de estado en Córdoba entre 1976 y 1979”. Garavano se justificó luego diciendo que se trató de una “formalidad”, dado que el hijo de Chasseing es funcionario de su ministerio. 

La carta de repudio fue firmada por H.I.J.O.S. Regional Córdoba , Abuelas de Plaza de Mayo filial Córdoba, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Córdoba, Asociación de Ex Presos Políticos, Ex Presos Políticos por la Patria Grande. “No sólo ofenden y agravian la memoria de las víctimas del Terrorismo de Estado, sino que manifiestan, una vez más, que su sentir más profundo es contrario al avance de la democracia y los derechos humanos”, enfatizaron los organismos, que pidieron la renuncia del ministro Garavano. Chasseing fue un estrecho aliado de Menéndez, el represor más condenado de Argentina por delitos de lesa humanidad . 

En la carta, los organismos advirtieron que con su mensaje Garavano también “degrada la institución de la que es titular” y va en contra de lo que el mismo ministerio declara defender. “¿Cómo puede el Ministro Garavano ‘promover y fortalecer los Derechos Humanos’ si saluda desde su investidura pública democrática a uno de los dictadores feroces que tuvo la última dictadura cívico-militar?”, se preguntaron. 

El saludo de Garavano al represor coincide además con la sentencia del juicio Menéndez IV, que surge de la acumulación de las causas “González Navarro y otros” y “Vergez Héctor Pedro y otros” por delitos cometidos contra 61 víctimas del terrorismo de Estado en Córdoba, de las cuales seis fueron asesinadas y una está desaparecida. “No importa la ideología de Garavano, un funcionario de la democracia no puede saludar a un gobernador de una dictadura militar”, subrayó Emilio Pihen de Hijos Córdoba. 

Garavano sostuvo que al aviso fue una mera formalidad por tratarse de la muerte del padre de Pablo Chasseing, su asesor técnico en cuestiones gremiales. Chasseing hijo cobró cierta notoriedad en junio del año pasado, cuando ingresó con la policía en la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo. 

“Es algo de rutina, lo hacemos habitualmente y yo no le daría mayor relevancia”, justificó el ministro. Además, calificó como “fascista” cuestionar a hijos o a esposas por las conductas de sus padres y maridos. La aclaración incluye tanto a Chasseing como a la candidata de la Casa Rosada para la Procuración General, Inés Weinberg, cuyo marido, Eduardo Roca, fue embajador durante dictaduras militares. “Lamento que las organizaciones de los derechos humanos entren en este tipo de chicanas y actitudes que desde mi punto de vista son totalitarias y fascistas”, reiteró ayer Garavano.