Este año La Puesta Teatro cumple 20 años de enseñanza teatral y lo celebra con el estreno de una de sus producciones, "Un policial cómico", obra que podrá verse todos los domingos a las 20.30 en el Teatro La Morada (San Martín 771 P.A.). Las creadoras y coordinadoras de este espacio, Cristina Carozza y Claudia Piccinini, dialogaron con Rosario/12 acerca de una actividad que las tiene como docentes y forjadoras de una generación de actores y actrices locales.

"Mientras éramos estudiantes del Profesorado de Teatro con Claudia Piccinini decidimos elegirnos para dar clases juntas, justamente porque teníamos distintos recorridos en talleres de teatro y eso nos interesó, esa diferencia es la que nos unió y nos hizo preguntarnos muchas cosas acerca del hecho teatral", explicó Carozza.

Los comienzos fueron en Villa Constitución, adonde viajaban para consolidar un espacio que se integró con diferentes grupos y que duró cinco años para después iniciar un largo recorrido en Rosario, donde ya experimentaban desde la dirección teatral.

"Consideramos la docencia teatral como un lugar de resistencia, a pesar de ser duros los primeros años, decidimos seguir adelante por más que se nos presentaran distintos obstáculos. Estábamos en distintos espacios, pero los más importantes fueron el Teatro La Morada y El Cultural de Abajo, donde trabajamos actualmente", repasó Piccinini.

‑‑ ¿Qué balance hacen de estos veinte años de actividad?, preguntó Rosario/12.

‑‑ Tratar siempre de repensar los espacios, hacer conclusiones, evaluar, ver qué nos pasó, lleva a replantear cambios. Siempre pasan cosas y todo se mueve, el tiempo, la gente, los espacios, las propuestas tienen que adaptarse a los tiempos que corren", reflexionó Carozza.

Por su parte, Piccinini se plantea que cambiar hace crecer y desde ese punto de vista manifiesta que estuvieron abiertas a cambios de espacio, de alumnos, de docentes que acompañaron, "cambios provenientes de otros aspectos de nuestras vidas que nos fortalecieron, fueron pilares para seguir construyendo".

‑‑ ¿Cómo evalúan los cruces entre la pedagogía y la producción teatral?

‑‑ Cuando yo comencé a estudiar el profesorado de teatro tenía un lío de conceptos, producto del recorrido por distintos talleres que había realizado, donde me formé con grandes maestros de esta ciudad, como Norberto Campos, Gladys Temporelli, Oscar Medina, entre otros.

Estudiar pedagogía me ayudó mucho a ponerle nombre a las cosas, a pre pensar todo el aprendizaje que tenía de obras, talleres, seminarios y  una mirada de afuera en relación con la actuación ‑dijo Carozza.

La docente evaluó que la relación con los alumnos‑actores, la lleva a pensar la necesidad de armar algo más que la privacidad que da el taller, determinando que la búsqueda se transforme "casi en una obra, en un montaje".

Piccinini recuerda sus comienzos en "La sociedad del Angel" con docentes como Chiqui González, Rodolfo Pacheco, Olga Chiabrando, su paso por la Escuela de Danzas y Expresión corporal "Isabel Taboga" y la histórica Escuela de Teatro.

"La Escuela de Teatro, como a Cristina, me ayudó a metodologizar esas experiencias con la posibilidad de transmitirlas. Estoy convencida de que el actor tiene una fuerza creadora que no hay que encasillar, sino brindarle  herramientas. Nuestros alumnos son actores creadores, y alimentar su búsqueda es nuestra tarea."‑dice al referirse a La Puesta.

‑‑ ¿Qué trabajos mencionarían como los más significativos del Taller?

‑‑ Tuvimos muchas producciones ‑dice Carozza‑ que fueron importantes a través del tiempo, pero podría nombrar: Cena para Cinco (la segunda versión hecha por alumnas), Demasiada familia, Tenemos que hablar, Retornable, entre otras; todas cobraron vida propia por fuera del taller y muchos de los alumnos decidieron seguir el camino de la actuación, dirección y producción.

Por su parte, Piccinini confesó que suele enamorarse de las muestras de sus alumnos y destacó aquellas que las prolongaron en más funciones, corriendo el riesgo de transformarse, según sus palabras en "teatristas".

"Eso implica ‑meditó‑ dejar de ser alumnos para ocuparse de muchas cosas que hacen al hecho teatral, como Cena para cinco, hecha por alumnas adultas y por el grupo de adolescentes Demasiada Familia; el valor del trabajo con la familia y la muerte de Retornable, el quiebre adelantado con el lugar de la mujer de Tenemos que hablar, y Monólogos Seven Up, que hasta hoy en día, perdura.

Respecto de Un policial cómico, que acaba de estrenarse, se trata de un policial negro que apela a recursos de lo fantástico, del terror, de lo melodramático e incluso del cine de Hitchcock. El elenco está integrado por Claudio Pairoba, Eduardo  Masia, Valentín Hereñú, Flavio Soso, Valeria Quaglia, Daniela Lissarrague, Mariano Troncoso, Carolina Boetti, Julieta Amorós, María Sol Romano, Alicia Ban y Luciano Salum.

La dramaturgia es colectiva, la asistencia de dirección y producción es compartida por Flavio Soso, Mariano Troncoso, Claudio Pairoba y Valentín Hereñú; María Sol Romano y Héctor Scilingo se ocuparon de la asistencia de vestuario y objetos, mientras que la técnica estuvo a cargo de Nacho López, todos responsables de la última producción de La Puesta Teatro.