Priscilla Presley, ex esposa del Rey del Rock and Roll y madre de la hija que tuvieron juntos, Lisa Marie, llega hoy por primera vez a Buenos Aires, al estadio Luna Park, para presentar a las 21 el espectáculo Elvis: Live in Concert! Se trata de una experiencia visual y auditiva en la que participan más de 50 músicos. “Los que vengan al recital podrán ver a Elvis tal como era”, advierte la actriz y empresaria. “Quedarán cautivados por su actuación en vivo. No podrán quitar la vista de él. Podrán ver su personalidad y humor. Tenés la sensación de que está ahí de verdad”. A poco más de 40 años de la desaparición física de uno de los iconos musicales del siglo XX, este musical, inspirado en el éxito del lanzamiento de If I Can Dream, en 2015, y The Wonder of You, en 2016, apela a las imágenes (proyectadas en pantallas, mientras una orquesta recrea en tiempo real sus mayores clásicos) de varios espectáculos que ofreció en vida. Lo que genera esa sensación presencial del astro estadounidense. “La razón por la que sacamos adelante este espectáculo es para que la gente experimente quién fue Elvis”, justifica la neoyorquina de 72 años. 

Este show desembarca en la capital argentina como parte de una gira mundial que comenzó en Londres, donde asistieron más de 12 mil personas, y continuó por el resto de Europa y Australia. “Estoy muy contenta por esta visita a Buenos Aires. Siempre tuve ganas de ir”, asegura Priscilla. “Me da mucho gusto estar por primera vez en Argentina presentando este hermoso show. Aprovecharé el poco tiempo que estaré para conocer la ciudad y su gente. Me dijeron que son inolvidables”. Su actitud generosa y voz colmada de calma dejan abierta la posibilidad para interactuar sin tapujos, a pesar del poco tiempo que brindan para la nota. Es la oportunidad idónea para preguntarle si escuchó hablar sobre el mayor y mejor alumno rioplatense de Elvis: Sandro. Y sorprende con su devolución: “Claro que sí. Escuché hablar sobre Sandro. Sé que murió, así que lamento mucho no poder conocerlo. Me quedé con las ganas. Aunque calculo que estará ahí en espíritu. Será un disfrute doble para los fans argentinos de Elvis”. 

–¿Cómo surgió la idea de hacer Elvis: Live in Concert?

–En 2013, un productor me encaró en Londres, y nos hicimos amigos. Me preguntó qué me parecía que Elvis fuera interpretado por la Royal Philarmonic Orchestra, y no lo dudé. Me encantó la idea porque a Elvis le hubiera gustado eso. Poco después, fui a Sony Music en Nueva York, y mostramos la idea. Al principio no estaban seguros. Pero insistí con la idea de que a él le hubiera encantado ser parte de un espectáculo como éste. Y es que la orquesta embellece su música. Finalmente, tomaron la propuesta, y eso se transformó en un Triple Platino. De ahí lo llevamos al show en vivo, y posteriormente a otros países. No hay lugar en el que la gente no se haya emocionado y cantado.

–¿De dónde se basaron para tomar las imágenes que son proyectadas?

–Las imágenes son de diferentes espectáculos: de sus shows en Hawai y Las Vegas, así como del especial que hizo en 1968. Se ve la conexión que existe entre estos registros, lo que provoca la sensación de que Elvis está en el escenario. Es muy impresionante. Quiero que la gente lo vea a él y conecte como si estuviera ahí. Hasta sus chistes lo hacen increíblemente real. 

–Además de ser una de las responsables de la creación de este proyecto, ¿qué lugar ocupa usted a lo largo del show?

–Aparezco al principio, introduciendo al público en el concepto del evento. Luego cuento historias de las canciones, de Elvis y de los videos caseros. Y también aparezco en el final. 

–¿Le sorprende la vigencia de la obra de Elvis Presley en esta época? ¿A qué cree que se deba?

–Escuche: Elvis está aquí para quedarse. Hicimos un show en Londres para 12500 personas, lo que evidencia que el afecto que la gente le tiene es muy especial y auténtico. Impacta a todas las edades y de todas partes del  mundo. Tuvimos una chica de Africa trabajando con nosotros, y le pregunté si lo conocía. Ella me contó que sólo por la voz. Nunca lo había visto. Y cuando lo hizo, no podía creerlo. Y es que no sólo la voz de Elvis era hermosa, sino también su alma. El siempre fue una persona muy especial.  

–Usted dijo que se divorció de Elvis porque estaba cansada de vivir su vida. Si es así, ¿por qué sigue recordando una época que quizá le trae malos recuerdos? ¿O sólo quiere preservar su legado?

–Era el estilo de vida. El rock and roll no es glamoroso, es duro y no quería compartir a mi hombre con la audiencia. Lo dejé porque lo amaba, y quería mantener una buena relación.