“Los activos y pasivos de la autoridad monetaria se mueven de manera sincronizada como consecuencia de las intervenciones cambiarias. La compra de reservas no implica una trayectoria insostenible de los pasivos de la entidad y la venta de reservas no representa una dilapidación de los activos”, aseguró el Banco Central. Lo hizo a través de una nota técnica publicada en su blog Ideas de Peso. La lanzó intentando transmitir calma sobre los efectos de la intervención cambiaria, que en la última semana implicó el  sacrificio de casi 3 mil millones de dólares de las reservas. Pero la entidad está perdiendo divisas que no consiguió por el superávit comercial o la llegada de inversiones extranjeras, sino que son dólares que entraron al país por la deuda externa y tendrán que devolverse a los acreedores internacionales.

“Cuando el Banco Central vende reservas internacionales, como en los últimos dos meses, impulsa una contracción de la cantidad de dinero, que podría generar un faltante de liquidez y presionar a la tasa de interés a la suba”, indicó la entidad. Pese a este planteo, el Central ayer no mantuvo la tasa de interés (el precio del dinero). En la última licitación de Lebac había colocado la tasa en 26,30 por ciento pero ayer la dejó subir hasta casi 29 en el mercado secundario. La autoridad monetaria necesita subir la tasa para intentar frenar la corrida cambiaria desatada, que no pudo contener ni siquiera con la venta récord de casi 1500 millones de dólares en un solo día.