El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, proclamó ayer el final de la guerra de Corea luego de la cumbre que sus líderes mantuvieron en Panmunjon, entre una numerosa lista de reacciones de líderes mundiales que con diferentes énfasis y estilos –pero también con reserva–, celebraron el acercamiento y las promesas de desnuclearización de la Península.

“LA GUERRA DE COREA HA TERMINADO. Estados Unidos y todo su GRAN pueblo debería estar muy orgulloso de lo que está sucediendo ahora en Corea”, escribió el jefe de la Casa Blanca en un mensaje en su cuenta de Twitter en el que se atribuyó a él y los estadounidenses el mérito del histórico encuentro. En un segundo mensaje, minutos después, pidió que por favor “no olviden la gran ayuda que mi buen amigo, el Presidente XI de China, dio a los Estados Unidos, particularmente en la frontera de Corea del norte”, mensaje que concluyó asegurando que “sin él habría sido un proceso mucho más largo, más duro!

Desde Beijing, el gobierno de China aplaudió la “determinación” y la “valentía” del dirigente de Corea del Norte, Kim Jong-un, y del presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, por esta cumbre por haber acordado dar pasos hacia la desnuclearización completa de la península. La portavoz de la cancillería china, Hua Chunying, destacó en rueda de prensa la importancia de este encuentro, al que precedió una reunión entre Kim Jong-un y el presidente de China, Xi Jinping, el pasado 27 de marzo, según la agencia de noticias oficial Xinhua.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, por su parte, califico como “positiva” la cumbre, aunque aseguró que habrá que “vigilar el desarrollo” del acordado acercamiento. 

Rusia, por su parte, se mostró satisfecha con el diálogo directo de las dos Coreas, aseguró el portavoz del gobierno de Rusia, Dmitri Peskov, quien recordó que el presidente Vladimir Putin subrayó “en reiteradas ocasiones que una solución viable y sostenible de la situación en la península de Corea se puede basar solo en un diálogo directo entre las partes”.

“Ahora vemos que este diálogo directo se ha logrado y tiene ciertas perspectivas”, dijo Peskov, antes de subrayar que Moscú evalúa “de manera muy positiva el mismo encuentro de los líderes de las dos Coreas y los resultados de las negociaciones que han anunciado”.

Los líderes coreanos acordaron ayer dar pasos hacia “la completa desnuclearización” de la península durante la histórica cumbre celebrada en la frontera entre los dos países, en la que, sin embargo, no anunciaron medidas específicas para concretar esa iniciativa.

“Sur y Norte confirmaron su meta común de lograr una península libre de armas nucleares a través de una completa desnuclearización”, rezó la declaración firmada por ambos al término de la cumbre mantenida ayer, la tercera de la historia entre ambas naciones, que técnicamente continúan en guerra. “Una nueva Historia empieza desde ahora, el momento en que empieza una era de paz”, escribió Kim en el libro de honor, mientras Moon aludía a “una Península Coreana libre de armas nucleares”.

También Francia saludó el encuentro intercoreano y la declaración suscripta para establecer una paz duradera y para la desnuclearización de toda la península, aunque dejó claro que ahora espera “gestos concretos”. En una declaración, un portavoz de la cancillería destacó el hecho de que los dos países hayan manifestado su voluntad de trabajar en favor de una península coreana desnuclearizada y añadió que Francia espera que ese proceso sea “completo, verificable e irreversible”. 

La canciller alemana Angela Merkel, por su parte, elogió a Trump por su rol en los avances diplomáticos en el conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur. La fuerza con la que insistió en que las sanciones contra Corea del Norte sean respetadas dio resultado, dijo. Para Merkel, el encuentro entre el líder de Corea del Norte y el presidente de Corea del Sur, es un “primer paso en un camino que ojalá sea esperanzador”. 

En la misma línea, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, consideró que la histórica cumbre intercoreana celebrada hoy es un “primer paso” de una ruta “larga para una solución a la crisis” de la península.

El político noruego se mostró cauto y consideró que “falta mucho trabajo por hacer” y que “el hecho de que las dos partes consigan reunirse es una primera etapa”. “La presión que ha sido aplicada sobre Corea por la comunidad internacional ha sido importante”, afirmó Stoltenberg en referencia a las sanciones políticas y económicas impuestas por la ONU a personas y entidades directamente implicadas en el programa de ensayos nucleares.