Huracán superó anoche a Atlético Tucumán por 3-2 como local y trepó al tercer puesto de la Superliga, compartido con San Lorenzo. Fue el cuarto triunfo en fila para el Globo.

Aunque duelo por el torneo doméstico, el partido disputado en Parque Patricios pudo haber tenido tranquilamente como rótulo el de Copa Libertadores. Por el lado de los tucumanos, porque fueron con amplia mayoría de suplentes pensando en el crucial choque del próximo miércoles frente a Peñarol como local (ambos segundos con seis puntos en el Grupo C del mencionado certamen continental). Por los de Gustavo Alfaro, porque tras comenzar la temporada pensando en no descender, la sucesión de éxitos transformó el objetivo y ahora la meta es la clasificación a la copa del año que viene.

Y no tardó el local en demostrar sus insinuaciones internacionales. Al minuto y medio, Ignacio Pussetto recibió un despeje de la defensa tucumana en el borde del área tras una pelota parada y, de primera y de zurda, la puso rasante junto al segundo palo de Augusto Batalla. Ventaja inmediata para el Globo en el resultado y polémica en el banco visitante porque la jugada nació tras una cuestionable falta sancionada por Patricio Loustau.

Tras el sacudón inicial, el partido se fue armando con jugadas de balón detenido. Algo que era esperable, un poco por la cancha dañada por la lluvia y, otro tanto, porque jugaban los equipos de Alfaro y Zielinski, hacedores de equipos muy trabajados tácticamente.

Recién a los 30, se erigiría un dominador claro y sería Atlético que, a partir del buen juego de David Barbona y Fabio Alvarez, se acercaba al arco de Marcos Díaz. La más clara la tuvo Ismael Blanco pero su disparo dio en Pablo Alvarez, quien era el último obstáculo entre la pelota y el empate.

Sin embargo, Atlético y su goleador tendrían revancha en la segunda parte. Al minuto y medio de iniciada, como en el primer tiempo pero con diferente camiseta, llegó el empate. Marcos Díaz dejó un rebote corto tras un remate de Barbona y Blanco la empujó para firmar el 1-1. Pero no duró mucho la alegría tucumana porque Huracán, otra vez tras un tiro libre, retomaría el comando. El preciso Mauro Bogado ejecutó de puntapié y Pablo Alvarez se volvió a poner el traje de héroe y, de taco, conectó para vencer a Batalla.

Esta vez, el local cuidó bien la ventaja, ajustó la presión en el medio y, a los 77, aumentó de contra a través de Nicolás Silva. Parecía todo definido, pero una pifia en el área permitió el descuento visitante con un cabezazo del ingresado Hernán Hechalar y puso un poco de suspenso al festejo final del Globo.