“Dependemos de la capacidad del ciudadano para reconstruirse a sí mismo y ser cada uno una especie de vocero de una verdad que está acallada, apaleada por los medios de comunicación”, manifestó Víctor Hugo Morales en una charla con Nora Veiras, en el stand que tiene el Grupo Octubre en la Feria del Libro. En un contexto en que el establish- ment “se quedó con la Justicia, con los medios y los trolls, no es fácil permitirse abiertamente la esperanza”, aunque “la gente tiene derecho a tenerla”, subrayó el periodista, en una conversación que transitó diversos temas, volviendo siempre al “aire de tragedia” que se respira en la Argentina. Su vuelta a C5N y el encarcelamiento de sus dueños; su proyecto de viajar al Mundial y hacer un programa junto a Diego Maradona; la concentración mediática; sus expectativas para las elecciones de 2019 fueron algunos de los ejes tratados.

El 8 de junio viajará a Moscú junto al futbolista para hacer un programa diario de media hora por TeleSUR. Se llamará De la mano del diez, no De Zurda como la experiencia anterior por obstáculos ligados a los derechos de autor. No podrá relatar los partidos: “El fútbol nuevamente está en manos de la mafia de Torneos y Competencias y Clarín. Cuando vamos a comprar los derechos son cientos de miles de dólares. Me da muchísima pena”, dijo al comienzo de la charla en el stand del pabellón azul, que pronto se pobló de seguidores y de admiradores. Los que llegaron primero pudieron ocupar las mesas y las sillas, en tanto que muchos siguieron el acontecimiento de pie, desde un costado. No ahorró, Morales, elogios para Maradona. “No me siento otra cosa que un adorador de su figura. Siempre fue muy generoso. La convivencia en el mundial de Brasil fue maravillosa”, contó. 

El segundo tema que apareció en la entrevista fue su regreso a C5N. Fue el viernes y de manera inesperada, casi en coincidencia con la detención del dueño del canal de noticias, Cristóbal López, y su socio Fabián de Souza, a quienes Víctor Hugo definió en la charla como “presos políticos”. A partir de este martes estará al frente de una columna diaria. Los trabajadores serán los protagonistas de la primera, en su día, el 1° de mayo. “Cuando vuelva del campeonato me haría cargo del noticiero”, adelantó. “Si me enamoro de la columna, a lo mejor no. A esta edad, estoy un poco grande: (el noticiero) serían cinco horas de trabajo que se suman a las de la radio. Además, me gusta escribir. Presenté anoche un libro (también en la feria) y ya estoy trabajando para otro. Es una forma de hacer catarsis, liberar tensiones.” Textualidades. Neoliberalismo, medios, dictadura, Maradona y el fútbol es el último título que publicó.

El periodista y escritor analizó el triunfo de Cambiemos. Para él, múltiples factores se combinaron: una clase media que se duplicó pero que no fue “agradecida”, la “presión permanente” respecto de la corrupción, la acusación de “asesina” a Cristina Fernández de Kirchner y de “triple asesino” a Aníbal Fernández, el “megáfono único” en pocas manos. Hubo una de las ideas que el público aplaudió especialmente: “a las mujeres machistas les caía muy mal una mujer que no las representaba en su condición de cautivas, rehenes. Lo que ocurrió es que puso la vara muy alta. O la admirás o te sentís abatida en tanto protagonista de la cultura de la mujer rehén o cautiva”, sentenció.

Consultado por Veiras sobre sus expectativas para las presidenciales de 2019, reflexionó: “Me pongo íntimamente del lado purista, pero me cuesta muchísimo abogar por la soledad de los sectores puristas, no estableciendo alianzas con sectores distintos”. Según él, Cristina  debería ser candidata nuevamente. “O tendría que haber uno muy del palo de Cristina. Kicillof podría emerger. Pero no sé si le dan los tiempos. Agustín Rossi tiene una fuerza, una polenta muy especial. Aunque quizá no haya otra posibilidad que la de Cristina”, remarcó.

Antes de retirarse para acompañar a Roberto Navarro en la presentación de su libro, recibió un gran aplauso. Volvió a aludir al “aire de tragedia” que caracteriza a esta etapa del país, con “medios de comunicación entrenados tan sólo para robar, con procedimientos extorsivos; con presos políticos” y una Justicia inexistente.