Cuatro días después de volver a la conducción de un programa televisivo, el periodista Víctor Hugo Morales fue allanado en su vivienda por una medida judicial que ordenó el secuestro de al menos cinco obras de arte de su propiedad. El procedimiento fue ordenado en el marco del juicio que la empresa Cablevisión le había iniciado a Morales por poner al aire un tramo de la final de la Copa Intercontinental entre Boca y Real Madrid, hace 18 años atrás.

“Ya pagué 2 millones de los 3 millones que debía y el juez debiera saber que tengo voluntad de pago”, aclaró el periodista, quien dijo preferir que los funcionarios judiciales se lleven los cuadros a impedirlo y que la policía ingrese a la fuerza.

El motivo por el cual se le secuestraron los cuadros fue para dar cumplimiento a la sentencia del juicio en el que la empresa Cablevisión denunció a Morales por violación de los derechos de transmisión exclusiva al haber permitido que se vea por la televisión abierta un partido de fútbol que solo podía verse por cable.

Tras la denuncia hubo un fallo en primera instancia a favor del conductor. Sin embargo, la parte denunciante apeló y la Sala D de la Cámara revirtió esa decisión y la causa terminó en la Corte Suprema que, finalmente, desestimó las quejas presentadas por el conductor televisivo y radial.

Según explicó el funcionario judicial presente en el domicilio del histórico relator de fútbol, el secuestro de las obras debía saldar un tramo de 50 mil pesos de deuda. Sin embargo “uno solo de esos cuadros vale por lo menos 30 mil, con lo cual esto es una especie de atraco, podría decir que me están robando”, criticó Morales.

“Pero más allá del valor económico que tengan, estos cuadros habitan mi vida desde hace más de 20 años. Para mí son un capital afectivo”, agregó el periodista, quien no dudó en relacionar esa medida con su reciente retorno a la señal C5N. “No creo que esto sea una casualidad. Es el retruco de mi aparición televisiva. Llevo cuatro días diciendo las cosas que todos saben”, sostuvo.

En este sentido, consideró que detrás del allanamiento a su vivienda hay una intención de “disciplinar y humillar” su labor crítica. “Esto es una locura. Lo que seguramente va a pasar es que (quienes lo enjuiciaron) van a volver a tasar los cuadros, luego a comprarlos y finalmente decir que les sigo debiendo dinero”, concluyó.

El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) expresó su repudio al allanamiento.