Juventus quedó ayer a las puertas de conseguir su séptimo título de liga consecutivo tras el empate de Napoli –el único con chances matemáticas de discutirle el campeonato– y Torino por 2-2. El elenco conducido por Maurizio Sarri necesitaba ganar para mantenerse a cuatro puntos del líder a dos fechas del final pero no pudo pasar de la igualdad frente al, justamente, clásico rival del ahora probable heptacampeón italiano. Con este resultado, Juventus quedó a seis unidades de su inmediato perseguidor con idéntica cantidad de puntos en juego y una mucho mejor diferencia de gol (61) que su escolta (45).

La tarde en el San Paolo empezó con buen sabor para los locales que, gracias a un increíble error de Nicolás Burdisso en la defensa turinense, se pusieron rápidamente en ventaja. En el segundo tiempo, la visita lo empató, Napoli volvió a ponerse en ventaja pero, sobre el final, Torino –que ocupa el décimo puesto y también contó con el lateral ex Newell’s Cristian Ansaldi– rescató un punto y le allanó el camino a su clásico rival citadino. A pesar del empate, la hinchada de Napoli despidió con aplausos a sus jugadores. “Nos han hecho sentir como si hubiéramos ganado algo”, señaló Marek Hamsik, ídolo local y uno de los goleadores de la tarde. Juventus podrá ser campeón el próximo domingo cuando visite a Roma, a las 15.45, en simultáneo con el duelo entre Napoli y Sampdoria en Génova.

En otro de los partidos de ayer, Inter superó por 4-0 a Udinese (donde jugaron Albano Bizzarri y Rodrigo De Paul) con un gol de Mauro Icardi y se acercó a dos puntos de Lazio, que ocupa el cuarto y último puesto que clasifica a Champions League. Con este tanto, Icardi llegó a los 28 (en 32 partidos) en el torneo y quedó a uno del máximo artillero, Ciro Immobile, de Lazio, que ayer no jugó en el 1-1 de su equipo con Atalanta.