Familiares de niños oriundos del interior del país que están internados en el Hospital Garrahan denunciaron en una conferencia de prensa que el Gobierno les sacó los subsidios con los que pagaban su hospedaje. Se trata de sesenta familias que fueron urgidas a dejar sus hoteles porque el Ministerio de Desarrollo no realizó el pago correspondiente. En el medio están los niños: pacientes oncológicos o a la espera de transplantes que no pueden tratarse en sus provincias.

En octubre de 2017, la cartera que dirige Carolina Stanley le informó a las familias que iba a dejar de pagar los hoteles y la ayuda social para comida. A partir de ese momento serían las provincias las que debían hacerse cargo de la situación. “Algunas provincias se hicieron cargo. Pero desde San Juan dijeron que me iba a tener que volver porque no tienen fondos –dijo a PáginaI12 Natalia Ossio, una de las madres que intenta visibilizar el problema–. Si nos volvemos a nuestras provincias, nuestros hijos pueden morir.”

Ossio es madre de Mateo, de diez años, que padece de hidrocefalia y escoliosis aguda. Está a la espera de una cama en terapia intensiva para que le realicen una cirugía para ponerle veinte tornillos en la columna vertebral. “Es muy riesgosa la cirugía. En San Juan no se puede tratar.”

Natalia contó que su hotel está a dos cuadras del Garrahan. Ahí se alojan veinte familias que tenían cobertura hasta ayer y que deben buscar otro lugar a donde ir al que, además, deberán buscar cómo pagar. La cercanía al hospital es clave porque permite que las madres lleguen rápido junto a sus hijos en caso de tener alguna emergencia.

Mateo está en tratamiento desde que nació. El y su madre han viajado de San Juan a Buenos Aires en numerosas ocasiones. Del costo de los pasajes debía hacerse cargo la provincia cuyana, pero Natalia denunció que “se lavan las manos e hicieron abandono de persona”. Si bien los médicos le daban certificados para que presente en el Ministerio de Salud sanjuanino, cuando iba a cobrar el subsidio le pagaban menos dinero. Mateo no puede caminar y es perjudicial para su salud estar sentado durante mucho tiempo. Aun así, Natalia señaló que se vio forzada a viajar en micro hasta Buenos Aires porque Salud provincial no quería pagar los pasajes de avión. “Siempre ponían un pero. A veces perdía los turnos porque no tenía la firma del ministro.” Natalia dice que no sabe qué hacer: la cirugía de Mateo está programada para fin de mes y luego debe seguir con tratamientos y rehabilitación.

Ossio afirmó que otras madres que están en su misma situación tienen hijos a la espera de trasplantes o con tratamientos oncológicos que no pueden abandonar. Verónica Díaz viene de Santiago del Estero y es madre de Vicky, de tres años. La niña padece de un neuroblastoma, un tipo de cáncer infantil que afecta el sistema nervioso. “En el hotel me avisaron que me esperaban hasta el viernes. Estoy desesperada porque no tengo dónde ir”, se lamentó Verónica. Su hija se realizó quimioterapias en el Garrahan y ahora está desde enero a la espera de un trasplante de células madre. Al igual que le sucedió a Natalia, su provincia les negó la ayuda económica. “Yo fui a la casa de Santiago del Estero y me dijeron que no tenían para darnos esa plata. Yo no puedo pagar esto”.

Además del hotel, las familias dejaron de percibir una cuota alimentaria de 800 pesos quincenales. Según Ossio, algunas provincias brindan una ayuda de 500 pesos mensuales y, aunque no es suficiente, las familias no hacen la denuncia “por miedo a que se los saquen”.