PáginaI12 En Italia

Desde Roma

Una vez más, después de 70 días de discusiones, de idas y vueltas, de propuestas y contrapropuestas, de líderes que no querían renunciar a su propia candidatura a primer ministro, los partidos que salieron mayoritarios en las elecciones del 4 de marzo, el anti establishment Movimiento Cinco Estrellas (M5E) liderado por Luigi Di Maio, y la ultraderechista Liga (ex Liga Norte), guiada por Matteo Salvini, fueron recibidos por el presidente de la República, Sergio Mattarella. Pero en vez de presentar un candidato definitivo para el cargo de primer ministro y un programa de gobierno armado, le pidieron más tiempo, por tercera vez en una semana,para sus negociaciones.

Di Maio, que fue el primero en ser recibido ayer por la tarde por Mattarella, cuando salió del encuentro en el Palacio del Quirinale dijo a los periodistas que había presentado al presidente los avances hechos hasta ahora en el programa de gobierno pero que le había pedido más tiempo. “Están cambiando los ritos de la política”, indicó, recordando que ellos someterán el programa de gobierno al voto on line de sus militantes. “Se discute primero sobre lo que necesitan los italianos y luego sobre los ejecutores de estos temas”, agregó Di Maio que se negó a dar los nombres de los eventuales candidatos a primer ministro. Hasta ahora todo hace pensar que ninguno de los dos líderes será candidato. 

Las palabras de Di Maio causaron no poca perplejidad en los periodistas que lo escuchaban ya que todo el mundo se esperaba que hoy presentaran al presidente el o los candidatos a premier. Según la Constitución italiana, es el presidente quien elige el premier luego de haber escuchado las propuestas de los partidos mayoritarios. Le debe dar el encargo de formar el gobierno y éste deberá ser aprobado definitivamente por el Parlamento.

Por su parte, Salvini al salir de la reunión dijo a los periodistas que “hará todo lo necesario para darle un gobierno serio y estable a este país. No estamos discutiendo sobre el premier sino sobre la idea de Italia. Sobre la Fornero (ley de jubilaciones), sobre el IVA, inmigración, posición de Italia en Europa” (...) Hemos pedido algunas horas más de tiempo y nadie tiene que sorprenderse por eso”, concluyó. El presidente, según se supo después, les concedió el tiempo y ellos deberán decir cuándo están listos.

Ni el joven Di Maio (31 años) ni Salvini tienen experiencia directa en el gobierno aunque ambos forman parte del Parlamento. La prensa italiana ha hablado insistentemente de dos posibles candidatos a primer ministro, Giuseppe Conte del M5E, abogado, profesor de Derecho Privado en la Universidad Luiss de Roma, y Giulio Sapelli de la Liga, economista, profesor universitario que ha dictado clases en distintos países, incluso en Argentina.

Las demoras y postergaciones que desde hace 70 días están haciendo los partidos mayoritarios sin poder llegar a un acuerdo, han dado al mundo la imagen de una Italia dividida, débil, indecisa, con escasa experiencia en materia de gobierno, según refleja en parte la prensa internacional. Imagen que a su vez, según algunos analistas, podría tener consecuencias a nivel nacional e internacional pero también sobre los desafíos que presentan la economía y las finanzas, tanto nacionales como europeas, y que deberá afrontar el próximo gobierno.

Otro factor que podría interferir además en la marcha de un nuevo gobierno -aparte de las disputas internas entre los dos aliados-, es la rehabilitación casi “milagrosa” de Silvio Berlusconi, el líder de Forza Italia (FI) que ahora tiene todos los derechos para poder candidatearse en eventuales nuevas elecciones, cosa que no pudo hacer el pasado 4 de marzo. Según el Tribunal de Vigilancia de Milán, en efecto, Berlusconi cumplió con la condena que se le impuso en 2013 a cuatro años de prisión por fraude fiscal, tres de los cuales le fueron indultados. Al final cumplió sólo un año de condena haciendo servicios sociales, como asistir una vez a la semana a ancianos en un hospicio. De todas maneras la fiscalía podría todavía iniciar alguna acción contra esa decisión.

Muchos en el ambiente político italiano piensan que las cosas pueden cambiar seriamente con Berlusconi activo de nuevo, pese a sus 81 años, pese a los varios problemas de salud por los que ha pasado, y pese a que todavía tiene pendientes otros juicios.