Luego de que el Sindicato de Choferes de Camiones fuera allanado por segundo día consecutivo, por orden de la jueza porteña Wilma López, que investiga presuntas extorsiones del gremio a empresarios del transporte, el abogado de Camioneros, Daniel Llermano, aseguró que “acá no hay ladrones sino gente que trabaja”, y denunció que “algunos quieren desaparecer a (Hugo) Moyano".

En declaraciones a diferentes medios, en la puerta del sindicato, Llermanos advirtió que “no queremos una economía como la de 2001 ni una represión como la de ese año en la Plaza de Mayo". "Vinieron con carros de infantería, como si fuera La Tablada. La escena de hoy no puede repetirse", subrayó.

La Justicia Federal de Córdoba, por su parte, citó a indagatoria al secretario general del gremio, el 31 de mayo, por “lavado de dinero y defraudación” por la compra de terrenos en esa provincia. Para el secretario adjunto del sindicato, Pablo Moyano, “todo esto responde a una maniobra llevada adelante por el presidente Mauricio Macri contra nuestra organización gremial por no apoyar la reforma laboral y rechazar el acuerdo con el FMI”.

Tal como consignó Página/12 ayer, para el hijo de Moyano las causas contra su padre buscan desviar la atención frente “al fracaso económico del Gobierno con este plan que está endeudando el país”. 

Cabe consignar que los dos allanamientos a la sede de Camioneros del barrio porteño de Constitución están relacionados con otro procedimiento que se produjo la semana pasada en la localidad bonaerense de San Miguel, ordenado por la jueza de garantías de Moreno, Adriana Alicia Julián, en el marco de una causa que investiga supuestas extorsiones sufridas por empresarios. Los denunciantes aseguran que dirigentes del sindicato de San Miguel los amenazaron y le pidieron coimas para que trabajaran únicamente con determinadas empresas, supuestamente relacionadas con la organización sindical.