En la fría noche de Núñez, River consiguió un pálido empate 0-0 ante Flamengo, por la sexta y última fecha del Grupo D de la Copa Libertadores. Con la igualdad, el conjunto de Marcelo Gallardo se quedó con el primer puesto de su zona. Esta posición lo ubicará en el copón de los equipos que pasaron a octavos como primeros y el sorteo para esos cruces –se hará el 4 de junio en la Conmebol– podría determinar que deba enfrentarse con algunos de los argentinos que pasaron como segundos (hasta anoche, Boca, Racing y Atlético Tucumán, aunque los resultados de hoy podrían sumar a Independiente y Estudiantes).

Anoche, en el Monumental, todas las miradas estaban puestas en el arco de River. Bajo los tres palos del arco millonario estaba Franco Armani, uno de los tres futbolistas del medio local que Jorge Sampaoli incluyó en la lista de veintitrés que integrará la Selección Argentina en el Mundial de Rusia y   uno de los pilares del renacimiento que experimentó el Millonario tras ganarle la Supercopa a Boca en Mendoza. 

El uno del conjunto de Marcelo Gallardo pasó la prueba sin sobresaltos. A los 7 minutos tuvo su única intervención arriesgada, arrojándose hacia su izquierda para rechazar el remate de Paquetá, que quedó solo tras un error de Ponzio. Después de esa tapada, Armani recuperó la tranquilidad. El dominio de River –sólo interrumpido por un lapso de cinco minutos– hizo que su papel se limitara a descolgar con acierto un par de centros y a ofrecerse siempre como salida de sus compañeros en las contadas veces que los brasileños lograban presionar alto. En ese papel tuvo un par de salidas largas muy acertadas, encontrando libres a Scocco y Pérez. Estas buenas salidas con los pies conforman uno de los atributos que lo llevaron primero a la consideración de Sampaoli y luego a la lista mundialista.

En el complemento, el partido perdió nivel, transformándose en un monólogo de River, al que sólo le faltó contundencia para llevarse la victoria. En ese panorama, no hubo desafíos para Armani, quien a partir de hoy trabajará en Ezeiza para tener la chance de repetir en Rusia las buenas actuaciones cumplidas desde que se instaló bajo los tres palos que algunas vez defendieron leyendas como Amadeo Carrizo y Ubaldo Fillol.