Carlos Menem baila con María Julia Alsogaray. El presidente que en 1989 asumió prometiendo la revolución productiva y el salariazo se divierte con la mujer icono de los años 90 de la pizza y el champán y que se integró a los círculos del poder tras el giro copernicano que Menem dio en materia económica. Influido por Alvaro Alsogaray, el riojano arrió la bandera de la justicia social, cerró filas con el establishment y les dio vía libre a medidas neoliberales como la privatización de las empresas públicas. En esa tarea, María Julia sobresalió como su alumna más aplicada al desguazar ENTel y entregar Somisa para consolidar el monopolio de Techint. Tan satisfecho quedó su compañero de baile que la puso al frente de la Secretaría de Medio Ambiente para sanear el Riachuelo. Ella no cumplió la promesa de tomar agua del mismo en mil días, pero siguió enriqueciéndose con coimas que en 2003 la llevaron a la cárcel. Así se transformó en arquetipo de la corrupción de la década menemista.