DINGO ROMERO 

(De Ponet, 2004)

El primero de los libros de Nine surgió del pedido de un editor español: “Haz lo que quieras. Libertad total”, le encomendó. Y Lucas se lo tomó al pie de la letra. Elaboró esta historia plagada de recursos gráficos y juegos verbales sobre un desfachatado bandolero mexicano que no deja estropicio por hacer. “Mi objetivo fue agarrar el realismo latinoamericano y un poco parodiarlo”, dice. Y el resultado fue eso y mucho más.

EL CIRCO CRIOLLO 

(Del Eclipse, 2009)

Tomando como marco los primeros espectáculos de raíz popular organizados en estas tierras, Nine despliega su imaginería para trastocar la tradición a la vez que rendirle homenaje irreverente. Un recorrido por treinta y cinco “jocosos motivos” hechos con pincel seco, aguada tinta china y color digital que muestran a Lucas en pleno uso de sus facultades pictóricas. Un expresionismo a la criolla.

TÉ DE NUEZ 

(Común, 2015)

Hubo una vez una infancia regida por los cuentos de Constancio C. Vigil. Al menos en la Argentina y alrededores. Con esa moral fantasiosa como referencia tácita y una estética que se embebe de pioneros de las tiras estadounidenses, Nine elabora esta obra maestra del humor corrosivo y el delirio violento en el que un bebé lactante de galera negra custodia las normas de la infancia. Y nos conquista en el interín.

BORGES, INSPECTOR DE AVES

(Hotel de las Ideas, 2017)

Serializada en la revista Fierro con ritmo de folletín, el Borges de Nine salda cuentas pendientes y reviste de dignidad entrañable el cargo ignominioso con el que un intendente de origen radical buscó humillarlo. “Es una figura que sobrevuela la Argentina. Gente que no lo leyó lo defiende o lo ataca más allá de lo que escribió”, entiende Lucas al tiempo que libera la potencia mitificadora de su personaje; lo hace vivir en otro plano. ¿Habrá más?

QUIROGA, TRES HISTORIAS 

DE AMOR Y DE MUERTE (Sudamericana, 2018)

Con la consigna de no alterar los textos originales, el tándem Ortiz-Nine pasó a formato historieta “El almohadón de plumas”, “Más allá” y “El retrato”, tres de los cuentos destacados del Poe rioplatense. “El editor de la versión francesa me confesó que un experimento gráfico que introduje hacia el final del libro le había puesto los pelos de punta: no sabía cómo podían tomarlo los lectores. Pero por suerte funcionó”. Efecto Quiroga.