Las opiniones entre los consultores en campañas electorales están divididas. Hay una coincidencia: que la dispersión en la oposición es una gran ventaja con la que cuenta Cambiemos para renovar la presidencia de Mauricio Macri. Pero sucede que los consultores ven las dificultades de la unidad y mientras algunos sostienen que debe darse en torno a una gran PASO, otros creen que eso es imposible, que debe trabajarse para un acuerdo de cara al ballottage. También está quien cree que lo decisivo es el liderazgo de Cristina, mientras que la mayoría habla de confluencias entre las distintas corrientes. En lo que hay miradas unánimes es que para la oposición se abrió una puerta para ganar en 2019: tiene que ver con la actual crisis del gobierno y, sobre todo, para el caso en que esa crisis se prolongue. No faltan los que consideran que el FMI será un estigma del que a Cambiemos le costará despegarse. 

Andando

“El sentido común indica que la oposición tiende a resolver sus problemas de coordinación frente a la expectativa de acceder al gobierno” afirma Facundo Nejamkis, de Opina Argentina. “Sin embargo, el kirchnerismo y el peronismo en sus otras versiones parecen enredados en un juego imposible. Las PASO, como instancia, haya o no competencia, pueden servir para que los electores ordenen sus preferencias.  Quienes esten a cargo de gobiernos subnacionales se mostraran mas colaboradores por necesidad. Pero si el Gobierno no logra recrear las expectivas respecto al futuro de la economía es probable que el conjunto de la oposición se vuelva mas ferreo de cara al proceso electoral y eso incida muchísimo.

Federico Aurelio, titular de Aresco, piensa que “no se visualiza una capitalización clara por parte de un sólo candidato del descontento respecto del Gobierno, pero la caída en la intención de voto del gobierno nacional es una mejora relativa para todo el espectro opositor. De acuerdo a nuestras mediciones el espacio opositor lo lidera con claridad CFK. Sin embargo la fragmentación de la oposición es uno de los pilares de Cambiemos. Seguramente van a haber numerosos motivos y factores que dificulten la unidad. La realidad es que las chances de ganar aumentan la probablidad de que la oposición se presente unida”.

“La oposición peronista tiene perspectivas en la medida que decae el apoyo al Gobierno  –afirma Eduardo Fidanza, de Poliarquía–. Pero esa es una condición necesaria, aunque no suficiente, para regresar al poder. El peronismo, en las condiciones en que está, dista de ser una opción. Eso se observa cuando se comprueba que lo que pierde Cambiemos no lo cosecha la oposición. Por otra parte, más allá del tercio del electorado que es fiel a Cristina, el resto quiere políticas serias y consensuadas. De allí la responsabilidad que le cabe al peronismo al que se denomina racional. Finalmente, el modo en que se resolverá la interna es una incógnita, aunque me parece que dejarlo todo para una PASO es temerario”.

“Se parte de un dato alentador –dice Roberto Bacman, del CEOP–: un 42,4 por ciento de los argentinos han manifestado que están dispuestos a votar a una opción abiertamente opositora al gobierno nacional. Se llega al 55 por ciento si se proyectan los indecisos. El dato más importante, justamente se encuentra entre los independientes: creyeron en el cambio que proponía  el actual oficialismo y hoy están muy enojados. Pero las cosas no son tan sencillas: la oposición es heterogénea, y más aún en el seno del peronismoDesde la lógica, la PASO es un instrumento óptimo, el que permitirá ayudar también a encontrar e instalar al dirigente que mejor represente en la práctica la idea de gobernabilidad”.

Cristina

Artemio López, titular de Equis, es polémico y contundente: “Desde una parte importante de la Patria Consultora, se insiste en plantear la existencia de un terreno llano en la oposición y de dispersión de fuerzas.No parece ser ése más que un deseo de muchos analistas. Hasta un niño observa la existencia de un liderazgo opositor nítido, el de Cristina Kirchner, que triplica en votos al resto de los candidatos pan peronistas sumados. Liderazgo notable que sólo dos meses antes de las elecciones de octubre lanzó Unidad Ciudadana. En medio del ciclo de ascenso electoral de Cambiemos y sometida a la más salvaje persecución mediática y judicial, obtuvo el 38 por ciento de los votos en el principal distrito electoral del país. Hay que recomponer los puentes quebrados con quienes le dieron a CFK el 54 por ciento de los votos. Y debe hacerse en torno al liderazgo de Cristina. Eso colocará a la opción opositora en franca condición de ganar el hasta hoy seguro ballotage”.

Analía del Franco, de Del Franco Consultores, señala que “hay una realidad,  los problemas de los ciudadanos  van a un ritmo más rápido que la organización de los dirigentes. Es evidente que a la oposición se le adelantaron las fechas. El peronismo no terminó de hacer su proceso.Todo lleva a pensar que no va a haber unión del peronismo, que si hay PASO se hará en cada espacio y que probablemente sea el ballotage el decisivo. Estamos frente a un novedoso escenario  que puede fortalecer al peronismo”.

Ignacio Ramírez, consultor independiente, considera que “mayo terminó de disolver la idea de eternidad amarilla e instaló un clima de competitividad política, lo cual altera la dirección de los estímulos. En relación al Gobierno, su marca ha quedado fraguada por un significante abrumador y corrosivo: el FMI. Sin dudas, el Fondo será un significante que lo sobrevolará como estigma durante todo el camino hacia el 2019, cumpliendo una función equivalente a la ejercida por la palabra Indec durante el Gobierno anterior. Entonces, esto pone en marcha una profecía autocumplida de que el Gobierno puede perder. Y ese es un elemento unificador, algo que lleva a la convergencia”. 

Utopía y realidad

“La única buena noticia para el gobierno es que la oposición se mantiene fragmentada  –diagnostica Ricardo Rouvier, de Rouvier y Asociados–. Si bien en el peronismo hay acuerdos parciales sobre la actividad legislativa no parece por el momento que la unidad pueda imponerse en el escenario político. Las primarias en que compitan todos es una utopía; sería lo ideal desde la pluralidad democrática; pero no parece posible.Es más factible trabajar sobre un acuerdo respecto al ballottage, considerando que el oficialismo sufre alguna pérdida; y que hoy no podría  alcanzar el 40 por ciento. La oposición debería además ofrecer una opción  positiva; plantear un proyecto de país, con políticas definidas en el marco de un contexto internacional y regional que no es igual al de tres años atrás”. 

“El peronismo se encuentra ante la posibilidad de gobernar nuevamente, escenario inimaginable pocos meses atrás  –concluye Fernando Zack, de Analogías–.Para ello, deberá lograr la unidad y a la vez oxigenarse presentando a la ciudadanía una propuesta novedosa. Los descontentos con Cambiemos no irán a votar al kirchnersimo duro ni virarán hacia opciones que luzcan poniendo palos en la rueda. Pero sí podrían votar a un colectivo que lo integre y que no busque legitimidad en el pasado sino que logre proyectarse al futuro”.

Como se ve, hay acuerdos y desacuerdos entre los consultores. Sin embargo, la clave parece estar en la crisis, especialmente económica, de Cambiemos. Si el oficialismo logra revertir la actual situación, el escenario será otro. Pero no parece fácil: todo indica que el ajuste será cada vez mayor, algo que no es garantía de triunfo para la oposición, pero sí le abre posibilidades. 

rkollmann@pagina12.com.ar